La Municipalidad de Mariupol denunció que tres personas, entre ellas una niña, murieron en el ataque contra un hospital y que otras 17 personas resultaron heridas.
Las cadenas anunciaron que suspenderán sus actividades, presionadas por la campaña de boicot que busca condicionar también a otras empresas para dañar la economía rusa.
De todos modos, en conversaciones con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Turquía, Recep Erdogan, el mandatario ruso recalcó que "no era su intención" atacar centrales nucleares ucranianas y ratificó su disposición al diálogo.
"Las unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia se han hecho con el control completo de la capital de la provincia de Jersón", dijo esta mañana a los periodistas el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que Rusia quiere que el pueblo ucraniano sea independiente y tenga la posibilidad de definir libremente su destino.