El ataque fue cometido por dos personas que se dedican a la venta de terrenos y al alquiler de viviendas y que pretendían desalojar a la familia de la niña de su casa debido a que ésta le adeudaba el pago del alquiler.
Dos pasajeras de nacionalidad boliviana, quienes viajaban en ómnibus hacia Tucumán, trasladaban 13 paquetes con el estupefaciente adosados al cuerpo mediante una faja, y un “ladrillo” más dentro de una cartera.
La Administración Nacional de Aviación Civil y los Bomberos Voluntarios lograron la identificación y el retiro de las cajas negras y las baterías del avión.
"Nos dañaron los dichos, las declaraciones, pero no nos rendimos”, sostuvo Yamila Cialone luego de que culminaran los rastrillajes y procedimientos realizados por la justicia federal que tiene a su cargo la causa.