Las autoridades de Turquía han elevado este miércoles a más de 45.000 los muertos a causa de los terremotos del 6 de febrero, que tuvieron su epicentro en la provincia de Kahramanmaras (sur), cerca de la frontera con Siria, donde han fallecido además unas 6.000 personas.

Sucedió este sábado, 25 de febrero, en la provincia de Nigde, una región del centro sur de Turquía.

Se trató de un ataque explosivo en la avenida peatonal más transitada de Estambul. El Gobierno responsabilizó a una mujer por activar la bomba. El presidente Erdogan condenó el hecho.

El Ministerio de Cultura y Turismo informó que el país recibió a casi cuatro millones de turistas, con un incremento del 308 porciento respecto del año anterior. Alemania y Bulgaria son los principales países visitantes.