El incendio forestal en el sur de Bariloche, en la zona del lago Steffen, que se reactivó esta semana por los efectos del viento y las altas temperaturas, ya lleva "más de 5.000 hectáreas afectadas", dijo esta mañana el coordinador del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif) de Río Negro, Marcelo Rey, que alertó también que el fuego es de "gran magnitud" y tiene un "comportamiento extremo".
"Es un incendio de gran magnitud y la superficie está próxima a las 5.500 hectáreas, por lo que para una mejor organización de las tareas de control se divide en sectores", aseguró Rey en declaraciones.
El funcionario explicó que el incendio "ya lleva seis sectores con subsectores" y precisó que la cabeza del incendio se encuentra en la zona del Cañadón de la Mosca, unos 60 kilómetros al sur de Bariloche, a la vez que hay otros focos activos próximos a los lagos Martin y Steffen.
"Hasta el día de ayer eran algo más de 5.000 hectáreas afectadas, creemos que hoy debe rondar entre 5.500 y 6.000 hectáreas aproximadamente", estimó el coordinador del Splif.
El incendio que se inició el 7 de diciembre a causa de la caída de un rayo en cercanías al Lago Steffen presenta en estos momentos un "comportamiento extremo, mucha actividad", alertó Rey y precisó que todo el personal abocado al combate contra el fuego salió "hoy temprano" para continuar con sus tareas de control.
"Es una situación compleja porque además de las temperaturas, que esperamos que durante el día de hoy, mañana y pasado desciendan un poco en la región, hay que tener en cuenta que es un Parque Nacional con árboles de gran diámetro y una vez que este tipo de combustible se prende es difícil su control", explicó el profesional.
Y agregó: "Hemos tenido algunas lluvias que nos ayudaron en algún momento, pero la tarea de control es complicada".
Respecto al peligro para zonas pobladas cercanas, indicó que "la cabeza del incendio se está propagando ahora hacia un área donde no hay población".
Sobre el panorama para los próximos días, Rey afirmó que "la perspectiva es incierta porque se trata de un incendio de gran magnitud, con mucha actividad, y se priorizan algunos sectores dado que otros están en áreas de más difícil acceso".
"Hay que tener en cuenta que la topografía tiene fuertes pendientes, esto complica las tareas de combate y también el uso de los medios aéreos", detalló y aseguró que la situación es comparable con los incendios del año pasado en la región.
"Estamos viendo que en estos últimos años los incendios tienen comportamiento extremo, mucha actividad; seguramente hay elementos que tienen que ver con cambios en el clima", apuntó.
Y finalizó: "Los investigadores nos dicen que en los últimos treinta años ha aumentado la frecuencia de rayos; hay cambios en las condiciones climáticas y meteorológicas que nos complican las acciones de combate".
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