La medida, dictada originalmente por la jueza federal de Río Grande, Mariel Borruto, había suspendido por 30 días el ingreso de estos productos a pedido de la Asociación Rural fueguina, que advertía posibles riesgos sanitarios. Sin embargo, los jueces Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez consideraron que no existían pruebas concretas de peligro sanitario ni perjuicio económico, y que la resolución del Senasa contaba con sustento técnico y legal. El fallo también señaló que la validez de las decisiones del organismo nacional no puede depender de la postura de entidades extranjeras, como el SAG chileno o la Unión Europea, y que el eventual cierre del mercado chileno no justificaba una medida cautelar. Con esta decisión, vuelve a estar permitido el ingreso de carne con hueso y material genético desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa, restableciendo plenamente la vigencia de la resolución del Senasa.
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