Después de un semestre de debate, operaciones y negociaciones cruzadas, y tras la sanción general del Senado, el Gobierno buscará clausurar definitivamente esta semana la discusión en torno a la Ley Bases y el paquete fiscal con su aprobación final en Diputados y abrir de esa manera una nueva etapa de gestión que incluirá una reconfiguración de parte del gabinete, bajo análisis desde que Javier Milei decidió exponer públicamente que no estaba conforme con el funcionamiento de algunos de sus colaboradores, en particular del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse.
Ayer, mientras los canales de noticias dedicaban buena parte de la cobertura periodística al “Caso Loan”, en la Casa Rosada se seguían con atención las últimas negociaciones parlamentarias con la oposición dialoguista y los bloques aliados, en especial por la suerte de la recomposición de Ganancias para los asalariados de la cuarta categoría y Bienes Personales, los dos principales títulos del paquete fiscal que fueron rechazados por el Senado y que el Gobierno intentaba consensuar en Diputados según su texto original, más allá del revés en la Cámara alta que disparó una disputa técnica por su validez y que aún no fue saldada.
Fuentes oficiales confiaron a este medio que las conversaciones finales en ese rubro, antes del impulso de este martes de un dictamen con los artículos modificados por el Senado, fueron fructíferas. “Deberían estar los votos para el paquete fiscal”, dijo entrada la noche un jefe de bloque después de horas de debate contrarreloj que los enviados del Ejecutivo encabezaron por la tarde en Diputados con los aliados, en general bien predispuestos a colaborar con el Gobierno para saldar de una vez por todas el paquete de leyes remitido por Milei al Parlamento.
Por el contrario, las fuentes consultadas reconocieron que, en el capítulo vinculado a las privatizaciones, el Gobierno no había conseguido hasta ayer un consenso mayoritario para volver a incluir a algunas de las empresas que quedaron fuera del listado tras el debate en el Senado, puntualmente Aerolíneas Argentinas o el Correo. Fue el propio oficialismo el que, en la previa de la discusión en el recinto de la Cámara alta, eliminó a ambas compañías junto a RTA. Esa decisión, que buscó convencer a una porción de los aliados y parte de la oposición peronista para la sanción general, le sirvió en las últimas horas como argumento técnico a Miguel Ángel Pichetto -el diputado llevó el tema al encuentro con el oficialismo- para dejar casi clausuradas las tratativas en ese rubro.
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