La iniciativa Stargate Argentina, impulsada por OpenAI en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), promete marcar un antes y un después en la matriz productiva fueguina. No se trata solo de la instalación de un megacentro de datos, sino del inicio de una nueva etapa para la industria tecnológica argentina, con potencial para incorporar la fabricación local de componentes electrónicos avanzados.
Actualmente, el polo industrial de Tierra del Fuego se especializa en el ensamblaje de productos electrónicos como televisores, celulares y aires acondicionados. Este modelo, sostenido por el subrégimen de promoción industrial, ha permitido consolidar una infraestructura con técnicos calificados, beneficios fiscales y la presencia de grandes grupos empresariales. Sin embargo, la mayoría de los componentes —especialmente los semiconductores— continúan siendo importados, lo que limita la integración local y la competitividad a largo plazo.
Según un análisis de Inteligencia Argentina, el desafío está en avanzar hacia una industrialización de mayor complejidad, dejando atrás el esquema de kits importados para dar paso a una producción con valor agregado nacional. En ese sentido, la llegada de OpenAI y la demanda tecnológica asociada a la inteligencia artificial podrían ser el catalizador para que Tierra del Fuego inicie la “era de los semiconductores argentinos”.
“Históricamente, el polo fueguino se ha centrado en el ensamblaje final de productos electrónicos, que si bien involucra procesos de alto valor, aún depende de la importación de la mayoría de las partes, incluidos los semiconductores más complejos”, señala el informe.
La fabricación de semiconductores es una de las industrias más exigentes del mundo, tanto por su costo como por el nivel de conocimiento que requiere. Sin embargo, el volumen de inversión proyectado por OpenAI y la creación de un ecosistema regional de inteligencia artificial podrían generar las condiciones necesarias para atraer capitales y tecnología, permitiendo el desarrollo de etapas iniciales de la cadena de valor: desde la integración de componentes hasta el diseño de chips adaptados a las necesidades locales.
La elección de la Patagonia como sede del data center no es casual. La región ofrece ventajas competitivas como energía limpia y abundante, bajas temperaturas naturales que reducen el consumo energético de refrigeración, y condiciones geográficas favorables para operaciones de gran escala.
“Si Tierra del Fuego logra desarrollar la capacidad de fabricar, incluso de manera incipiente, componentes electrónicos o semiconductores intermedios, se convertiría en un proveedor regional de insumos críticos para el data center patagónico”, se remarca en el análisis.
Este avance representaría un paso decisivo hacia la autonomía tecnológica argentina, al disminuir la dependencia de la cadena global de suministro y posicionar a la provincia como un actor relevante dentro de la estrategia regional de innovación.
En un artículo complementario, Inteligencia Argentina comparó el potencial fueguino con el caso de Costa Rica, que pasó de una economía agrícola a un hub tecnológico regional.
“Costa Rica ha pasado de exportar café y bananos a convertirse en una potencia en manufactura avanzada y tecnología. Hoy exporta 28.000 millones de dólares, con un fuerte crecimiento en semiconductores y dispositivos médicos. Solo en 2023, la inversión extranjera directa creció un 21%, atrayendo a gigantes como Intel, que reinvertirá 1.200 millones en 2024 y 2025”, destacó el informe.
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