El accidente involucró al vuelo 5342 de American Eagle, subsidiaria regional de American Airlines, que transportaba al menos 60 pasajeros y cuatro tripulantes, y a un helicóptero Black Hawk del Ejército de EE.UU., en el que viajaban tres militares. La Administración Federal de Aviación informó que la colisión ocurrió a las 20:48 hora local, cuando el avión procedente de Wichita, Kansas, realizaba su aproximación al aeropuerto.

"Nuestra preocupación son los pasajeros y la tripulación a bordo del avión", declaró American Airlines en un comunicado, mientras que el director ejecutivo de la compañía, Robert Isom, expresó su "profundo dolor" por la tragedia. Personal de la aerolínea se encuentra en el aeropuerto brindando apoyo a las familias de los pasajeros.

La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, calificó el hecho como "muy trágico" y destacó la labor de los socorristas, quienes trabajan en condiciones "muy oscuras y frías". Imágenes del lugar muestran a rescatistas trepando sobre los restos del avión que sobresalen del agua.

Entre los pasajeros del avión se encontraban deportistas, entrenadores y otros miembros de la Federación de Patinaje Artístico de EE.UU., que regresaban de un campamento de formación, así como ciudadanos rusos, según informó el portavoz del Kremlin.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que se mantiene "completamente informado sobre el terrible accidente" y agradeció el trabajo de los socorristas. Posteriormente, en su red social Truth Social, cuestionó por qué el helicóptero no realizó maniobras para evitar la colisión y planteó dudas sobre la respuesta de la torre de control.

El Departamento de Defensa inició una investigación sobre lo ocurrido. "Oremos por todas las almas afectadas y sus familias", expresó el secretario de Defensa, Pete Hegseth. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ordenó el despliegue de la Guardia Costera para reforzar las tareas de rescate.

Las bajas temperaturas representan un desafío para las operaciones de búsqueda, ya que se espera que el clima siga descendiendo por debajo de cero durante la noche. La Administración Federal de Aviación y varias agencias gubernamentales están colaborando en la investigación y las tareas de salvamento.

Este accidente aéreo es el más grave registrado en Estados Unidos desde 2009 y ha generado conmoción a nivel nacional. Las operaciones de rescate continúan en el Potomac, mientras las autoridades trabajan para esclarecer las causas de la tragedia.