El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, llamó a la población de la capital ucraniana a acumular comida y otros bienes de primera necesidad, mientras fuentes de su gobierno confirmaron que existen planes para una evacuación total de la ciudad si persisten los cortes eléctricos durante el invierno boreal.
Mientras tanto, Rusia denunció que los bombardeos ucranianos dejaron sin luz ni agua a la localidad de Jerson, ocupada por las fuerzas rusas, horas después de acusar a Ucrania de otro ataque que "dañó" la presa hidroeléctrica de Kajokva, ubicada en la misma provincia y una de las más grandes del país.
Qué dijo el alcalde de Kiev
"Pido a todo el mundo que comience a acumular agua potable, fuentes de alimentación (de energía), comida y ropa de protección", declaró Klitschko.
Los servicios meteorológicos adelantaron que la capital comenzará a registrar temperaturas nocturnas bajo cero a partir del próximo miércoles.
"En caso de que haya heladas fuertes y no haya suministro de agua caliente, para que las tuberías no se rompan y el sistema no deje de funcionar, hemos preparado un plan para vaciar el drenaje de agua del sistema", explicó el alcalde.
De cara al invierno, las autoridades de Kiev están habilitando mil refugios con calefacción para civiles. La mayoría se encuentran en centros educativos.
El aviso tiene lugar después de que la operadora estatal ucraniana Ukrernergo anunciara cortes de suministro eléctrico en siete regiones del país, entre ellas la región de Kiev y la capital, para compensar la pérdida de energía debido al aumento del consumo los fines de semana y luego de una ola de ataques rusos el mes pasado contra centrales eléctricas.
Fuentes del gobierno de Klitschko confirmaron también al diario estadounidense New York Times que comenzaron a planificar la evacuación total de los tres millones de residentes de la ciudad si se diera el caso de un corte total del suministro eléctrico.
"Entendemos que si Rusia continúa con tales ataques, podemos perder todo el sistema de suministro de energía", declaró al diario estadounidense jefe del Departamento de Seguridad Municipal del Ayuntamiento de Kiev, Roman Tkachuk.
"Si no hay electricidad, no habrá agua ni alcantarillado. Por lo tanto, el gobierno y la administración de la ciudad ahora están tomando todas las medidas posibles para proteger nuestro sistema de suministro de energía eléctrica", detalló antes de matizar que, de momento, la situación parece bajo control.
Desde el 10 de octubre, Rusia realizó múltiples ataques a puestos de mando militar, comunicaciones e infraestructura energética de Ucrania.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, estimó que la ofensiva causó graves daños a un 40 por ciento del sistema energético del país.
El primero de estos ataques fue, de acuerdo al Kremlin, en represalia por el atentado que destruyó un tramo del puente que conecta al país con Crimea, la península ucraniana anexada por Moscú en 2014.
Qué dicen desde Rusia
Rusia denunció que los bombardeos ucranianos dejaron sin luz ni agua a la localidad de Jerson, ocupada por las fuerzas rusas, horas después de acusar a Ucrania de otro ataque que "dañó" la presa hidroeléctrica de Kajokva, ubicada en la misma provincia y una de las más grandes del país.
"Un ataque terrorista, organizado por la parte ucraniana, dañó tres postes de hormigón de líneas de alta tensión en el eje Berslav-Kajovka", indicaron las autoridades prorrusas de la región en un comunicado difundido en Telegram.
"Actualmente, no hay ni agua ni electricidad en la ciudad ni en algunos distritos de la región", anexada por el Kremlin a fines de septiembre, añadieron.
Según un representante de los servicios de emergencia citado por las agencias de prensa rusas, hay "más de 10 localidades de la región sin electricidad".
Previamente, esas mismas autoridades denunciaron que un ataque de Kiev "dañó" la presa hidroeléctrica ucraniana de Kajokva.
"Hoy a las 10 (5 hora de Argentina), se lanzaron seis misiles Himars. Las unidades de defensa antiaérea derribaron cinco, incluyendo uno que alcanzó la esclusa de la presa de Kajokva, que resultó dañada", declaró un representante de los servicios de emergencias.
Los misiles Himars fueron enviados por Estados Unidos a Ucrania como parte de su ayuda militar contra la invasión rusa iniciada el 24 de febrero pasado.
Un vocero de la administración prorrusa de la ciudad de Novaya Kajovka, Ruslan Agaev, confirmó el hecho, pero aseguró que el daño no es crítico: "Todo está bajo control. Las defensas aéreas repelieron mayormente el ataque, uno de los misiles impactó, pero sin causar destrozos críticos", afirmó.
Kiev acusó al Kremlin en las últimas semanas de querer detonar la represa, una afirmación desmentida por las autoridades de ocupación rusas.
La represa de Kajovka, tomada desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania, facilita el abastecimiento de agua de la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Instalada en el río Dniéper en 1956, durante la época soviética, la presa es de hormigón y tierra y se trata de una de las infraestructuras de este tipo más grandes de Ucrania.
Desde hace unos días, las autoridades de ocupación rusa están llevando a cabo "evacuaciones" de civiles en los pueblos cercanos, ante un "posible ataque con misiles" contra la represa, cuya destrucción acarrearía "la inundación de la orilla izquierda" del río Dniéper, según la autoridad instalada por Moscú en Jerson, Vladimir Saldo.
Si la presa fuera destruida, "más de 80 localidades, incluida Jerson, estarán en la zona de inundación rápida", alertó por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el 21 de octubre pasado.
"Eso podría acabar con el abastecimiento de agua de gran parte del sur de Ucrania" y afectar a las labores de enfriamiento de los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, que funciona con agua de ese lago artificial de 28 millones de metros cúbicos, alertó el mandatario ante el Consejo de la Unión Europea.
Kajovka se encuentra a unos 60 kilómetros al este en línea recta de Jerson, primera ciudad de importancia que cayó en manos de los rusos, en marzo.
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