Según describió una azafata Jamila Hardwick ,el poco interés de las aerolíneas por limpiar los artículos utilizados para preparar el café y el té, se sostiene en que las compañías aéreas solamente están obligadas a esterilizar cuatro veces al año los contenedores de agua. El tiempo es un bien demasiado valioso en esta industria como para gastarlo en una limpieza profunda de la nave.
Pero las recomendaciones de Hardwick no terminan allí. La profesional alentó a los pasajeros a traer sus propias mantas y dejar de lado la clásica bolsita con la frazadita y la almohada que se entregan en los vuelos largos o nocturnos. ¿El motivo? El mismo, la higiene o la falta de ella.
"Se lavan, pero no estamos seguros de si se lavan muy bien", expresó la azafata sobre las mantas y sobre las almohadas, agregó: "Lo mismo aplica a los almohadones. Cambian la funda del almohadón, pero aun así el almohadón sucio está ahí dentro".
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