La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Aduana y el Banco Central están aplicando diversas herramientas para enfrentar la situación económica, caracterizada por una caída de la recaudación tributaria y un descenso de las reservas del Banco Central, mientras esperan un acuerdo pendiente con el FMI.

El equipo económico, liderado por el ministro Sergio Massa, ha decidido implementar acciones con la esperanza de evitar una devaluación significativa en el mercado oficial, un escenario que el FMI parece propiciar. Se espera que estas medidas temporales sirvan como un "puente" hasta que, en el último trimestre, se incremente la liquidación del sector agropecuario, especialmente a través del trigo.

El Banco Central ha experimentado una pérdida significativa de alrededor USD 18.000 millones desde enero y ya ha utilizado cerca de USD 4.000 millones de la deuda contraída con China a través del swap, donde hay un contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades de dinero en fechas futuras. Sin embargo, se mantiene la esperanza de recuperar parte de esta pérdida mediante un potencial desembolso del Fondo Monetario Internacional.

Además de los desafíos económicos, la sequía y la recesión incipiente han afectado negativamente la recaudación de la AFIP, lo que agrega complicaciones al panorama financiero. Todo esto desarrollándose en un contexto de campaña electoral, lo que impone restricciones políticas adicionales a las decisiones económicas.

Tanto el equipo económico como los expertos privados coinciden en que el escenario base es lograr algún acuerdo con el FMI, incluso si este fuera mínimo y solo alcanzara para cubrir los vencimientos con el organismo, sin proporcionar dólares frescos. La ausencia de un acuerdo con el FMI sería una situación completamente inoportuna y complicaría aún más la situación económica del país.