La variante Ómicron de Covid-19 se identificó en noviembre pasado y, desde entonces, se expandió en más de 100 países. Ahora, en Reino Unido pudieron identificar los síntomas específicos, para poder distinguirlos de las anteriores.
Los 5 síntomas principales, de acuerdo al estudio, son: goteo nasal, dolor de cabeza, fatiga (leve o grave), estornudos y dolor de garganta. Los informes también identificaron la pérdida de apetito y la niebla cerebral como síntomas comunes.
Varios meses atrás, con otras variantes circulando por el mundo, el estudio ZOE COVID ayudó a identificar más de 20 síntomas, en su mayoría leves, similares a los del resfriado.
En tanto, de los datos preliminares de otros estudios se desprenden algunas diferencias en los síntomas si una persona se contagia la variante Ómicron. Por ejemplo, una posible diferencia es que Ómicron puede ser menos probable que las variantes anteriores provoquen una pérdida del gusto y el olfato.
La mayor aseguradora de salud privada de Sudáfrica, difundió datos que sugieren que las personas con Ómicron suelen presentar picor o dolor de garganta junto con congestión nasal, tos seca y dolor muscular, especialmente lumbar.
Pero se sabe también que esos síntomas también eran frecuentes si las personas se contagiaban la variante Delta y también el coronavirus original. Es probable que los síntomas de Ómicron se parezcan a los de Delta más de lo que se diferencian. “Podría haber un gran solapamiento entre Ómicron y las variantes anteriores, porque esencialmente hacen lo mismo”, dijo Otto Yang, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en Los Ángeles. “Si hay diferencias, probablemente sean bastante sutiles”, señaló.
La variante Ómicron fue clasificada como preocupante por la Organización Mundial de la Salud en parte por presentar “más de treinta mutaciones en el gen de la proteína de la Espiga, además de numerosas mutaciones en otras regiones del genoma”, de las que muchas ya se habían relacionado “con un aumento de la transmisibilidad o con un cierto grado de escape a la respuesta inmune”.
Investigadores en todo el mundo se lanzaron a estudiarla a contrarreloj. Tras semanas de especulaciones, los primeros trabajos confirman la capacidad de Ómicron para infectar a pesar de que las personas estén vacunadas con dos dosis. En cambio, las vacunas sí mantienen su eficacia frente a la enfermedad grave.
Realizaron cinco estudios de equipos en Estados Unidos, Europa (Francia, Suiza), Sudáfrica y China. La finalidad fue analizar si los anticuerpos de personas vacunadas, o que habían superado el Covid-19, frenan una infección o reinfección por Ómicron: todos detectaron una pérdida importante, incluso total, de esa capacidad.
Sin embargo, los expertos señalan que los anticuerpos son una de las primeras líneas de defensa del organismo frente al coronavirus, pero no la única; que pierdan la capacidad de frenar el avance de la infección no implica que las vacunas no funcionen.
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