El expresidente de Brasil Lula da Silva admitió que hubo corrupción en sus gobiernos (2003-2010) y calificó al mandatario, Jair Bolsonaro, como el "bobo de la corte" que responde a las órdenes de su base aliada en el Congreso, durante una entrevista con el noticiero de mayor audiencia de país con vistas a las elecciones de octubre.
"Uno no puede decir que no hubo corrupción si las personas confesaron. El problema es que esas personas quedaron ricas por confesar, ellos (los arrepentidos) ganaban la libertad por decir lo que quería el Ministerio Público, algo que considero una locura y una aberración", afirmó Lula.
La corrupción fue el primer tema tratado por el candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) en el reportaje que dio en la noche del jueves al Jornal Nacional de la TV Globo, la más importante de Brasil.
El recuerdo de la Lava Jato
Lula da Silva criticó la delación premiada utilizada por los fiscales de la causa anticorrupción Lava Jato, a cargo del exjuez Sérgio Moro, proceso que desmontó una trama de sobornos y contratos amañados en la petrolera estatal Petrobras.
En el marco de Lava Jato el expresidente y favorito para los comicios de octubre fue condenado y permaneció preso durante 580 días, entre 2018 y 2019. También había perdido sus derechos políticos, sentencias que fueron anuladas luego por el Supremo Tribunal Federal (STF).
"Lo que sucede es que aquí en Brasil las personas son condenadas por los titulares de los diarios. ¿Cuál fue el equívoco de Lava Jato?. Tomó un camino político delicado, pasó los límites de la investigación y entró en los límites de la política. Y el objetivo era Lula, el objetivo era condenar a Lula", aseguró.
Entre tanto, el veterano dirigente petista aseguró ayer que en un eventual gobierno suyo "cualquiera que cometa un delito será condenado".
Críticas a Bolsonaro y elogios para Alckmin
Durante la entrevista, Lula formuló críticas a Bolsonaro por no estar a la altura de las cuestiones del gobierno, en especial del presupuesto que es controlado por el titular de Diputados, Arthur Lira, del Partido Progresista (PP, derecha).
"Bolsonaro es rehén del Congreso nacional, Bolsonaro ni siquiera cuida del presupuesto, el que cuida del presupuesto es (Arthur) Lira, esto nunca aconteció, Bolsonaro parece el bobo de la corte, eso es un escarnio, eso no es democracia", aseveró.
El exlíder metalúrgico envió señales al mercado y aseguró que no está en contra de los empresarios del agronegocio, un sector que respalda al presidente ultraconservador.
En ese sentido, hizo una defensa de la alianza con su antiguo adversario, Geraldo Alckmin, quien fuera gobernador del estado de San Pablo por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centroderecha) y quien oficia de interlocutor con empresarios y banqueros.
En 2006 Lula y Alckmin mantuvieron fuertes debates cuando ambos disputaron el balotaje por la presidencia de la república, finalmente vencido por el petista.
Consultado sobre posibles resentimientos con su antiguo rival, Lula respondió "usted tiene que ver qué sujeto experto es Alckmin, es habilidoso, dio un discurso cuando fue presentado al PT que a mí me dio envidia".
"Él fue aceptado por el PT de cuerpo y alma, yo tengo cien por ciento de confianza de que la experiencia de él como gobernador de San Pablo me va a ayudar a arreglar este país", aseguró el candidato de izquierda.
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