El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este lunes que en el momento de morir todos deberán rendir cuentas y que no habrá, "como en el Supremo" Tribunal Federal (STF), quienes te exculpen y te hagan elegible, en clara alusión al expresidente Lula da Silva, quien recuperó sus derechos políticos una vez fueron anuladas sus condenas por corrupción.
"El juicio será por acciones y omisiones. Todo aquel que trabajó contra el prójimo, o que se abstuvo de ayudar cuando pudo hacerlo, según las escrituras, para los creyentes, tendrá su veredicto. Y allí no habrá gente como algunos del Supremo para exculpar a una persona y hacerla elegible", señaló.
Las palabras de Jair Bolsonaro tuvieron lugar a la salida de la residencia oficial del embajador brasileño en Londres, hasta donde viajó con la primera dama, Michelle Bolsonaro, para asistir al funeral de Estado por la muerte de la reina Isabel II.
"¿Ustedes creen que vine hasta aquí para hacer política?", se preguntó el presidente ultraconservador visiblemente contrariado, quien poco antes había estado hablando con sus seguidores de la campaña electoral y la situación política de Brasil.
"¿Por qué la insistencia de querer poner de nuevo a un ladrón en la Presidencia? ¿Alguien cree que es una maravilla ser presidente? Echar a un ladrón, con toda esa cuadrilla, de la Presidencia", espetó Bolsonaro, quien aseguró que Brasil está sin corrupción "desde hace tres años y medio" cuando él fue elegido.
El próximo mes de octubre los brasileños están llamados a la urnas para elegir a su nuevo presidente tras cuatro años convulsos en los que Lula da Silva recuperó sus derechos políticos tras salir de prisión y ser anuladas sus condenadas en el marco de la operación Lava Jato.
El último sondeo publicado por Datafolha el jueves de la semana pasada muestra que Lula tiene un 45% en intención de voto para la primera vuelta de las elecciones frente al 33% de Bolsonaro.
Bolsonaro y el peligroso fantasma del fraude
En una entrevista a la cadena oficialista SBT, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, alentó desde Londres, una vez más, el fantasma de un supuesto fraude en su contra, sin presentar pruebas.
"Si yo tengo menos del 60% de los votos es porque algo anormal ocurrió en el Tribunal Superior Electoral teniendo en cuenta la cantidad de gente va a mis eventos y cómo soy recibido a todos los lugares as lo que voy", dijo en una entrevista de 35 minutos.
De esta forma, el mandatario alimentó más los temores de juristas y la oposición de que busque un "Efecto Capitolio", un movimiento de no reconocimiento del resultado electoral como hizo Donald Trump en Estados Unidos tras haber sido derrotado por Joe Biden.
Bolsonaro dijo que la encuestadora Datafolha, que le da chances a Lula da Silva de vencer en primera vuelta -con más de la mitad de los votos- "está hecha para dar aires de legalidad a una injusticia que pueda ocurrir".
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