El 29 de julio del año 2000, el cardiólogo argentino René Favaloro se quitó la vida a los 77 años, atormentado por la situación económica de su fundación. Este miércoles se cumplen dos décadas de aquella tragedia y en razón de esto FM Fuego dialogó con Emilio Sáez propietario de la panadería "La Unión" en Tolhuin, lugar en el que se le rinde homenaje al Doctor René Favaloro con una escultura de su persona. En tal sentido, Sáez reflexionó “Yo soy una persona que hablo por él, por mi admiración y porque lo asemejo mucho a mi padre en la conducta de vida. Y la verdad que todos los años esto sigue igual, no hay forma de que lo cambiemos, hablando de moral que es lo que más me duele, porque el país puede ir para un lado o para el otro pero me parece que estamos inmersos en un pozo del cual no se va a salir. Seguramente yo me voy a morir y no voy a ver un país como lo soñó el Dr. René Favaloro. Él estaba asistiendo a todas las personas de bajo recursos y salvando miles de vidas, prácticamente a un costo cero y entre la política, los gremios, los sindicatos y la gran cantidad de gente que podía, en vez de ayudarlo, con la indiferencia lo mataron” y recordó “Él escribió cinco cartas, la última que fue la que le escribió al juez, realmente más actualidad no puede tener y así estamos viviendo esta decadencia que él, ya lo vio hace 20 años, y nosotros seguimos todos los días aportando un poquito más para ser más decadentes y esto es lo que le vamos a heredar a nuestros hijos y así transitamos la vida por la Argentina”.

Respecto a si recibió alguna distinción por los homenajes realizados en su panadería, Sáez expresó "No lo tengo, ni lo quiero, ni lo busco. Mi única alegría es ver cuando una persona se detiene ante el ARA San Juan o ante el Dr. Rene Favaloro y se saca una fotografía y le escribe, porque hay un libro ahí, donde la gente puede expresar lo que siente, algún día fantaseo con juntar a algún escritor y con todo lo que la gente ha escrito poder hacer un libro porque la verdad en todo los casos hablan de la prolongación de la vida a través del bypass y haber tenido a un ser querido muchos años más". Asimismo se lamentó "Esta trituradora en la que estamos en la Argentina, en donde todo vale y donde quizás la coima sea lo más importante porque después todas esas personas que andan por izquierda cuando tienen que ir a curarse van a la fundación, no van a otro lado, sin embargo cuando pudieron hacer algo no hicieron nada” y agregó “El espíritu de la fundación era el doctor”.

Finalmente, Emilio Sáez adelantó “La idea de lo que quiero hacer con el doctor es hacerlo hablar, si la tecnología me ayuda, para que a través de un botón él pueda ir hablando, tenía una voz tan profunda y tan llegadera a la gente, que después que salgamos de la pandemia, si puedo lograr eso que para mí sería la frutilla del postre”.