Carmassi enfatizó la importancia de vivir las fiestas como un momento de reunión y disfrute con seres queridos. “Es un momento del año donde nos juntamos con familia y amigos a festejar, y la idea es poder disfrutar de todo. Si no tengo ninguna patología de base, como la celiaquía que requiere reemplazar ciertos alimentos, no hay necesidad de cambiar lo que comemos. Simplemente debemos manejar las porciones”, explicó en el caso de considerase la suplementación de alimentos.
La especialista detalló que el problema no radica en consumir ciertos alimentos, sino en las cantidades. “No hace falta que me coma 5 kilos de garrapiñadas para disfrutar. Si manejo la porción, lo puedo disfrutar igual, sin necesidad de pensar tanto en cómo sustituirlo”, afirmó.
También hizo hincapié en los objetivos individuales y cómo estos influyen en las decisiones alimenticias. “Si mi objetivo es el aumento de peso, no necesito controlarme tanto. Pero si todo el año estuve cuidándome, puede que me sienta saciada más rápido, ya que el estómago se adapta a las porciones que uno maneja con el tiempo”, comentó, agregando que el foco no debería estar en el temor a engordar. “No voy a engordar 5 kilos por comer dos porciones de pan dulce, se trata de disfrutar el momento sin culpas”.
Una de las estrategias propuestas por Carmassi para evitar excesos es servir los alimentos en un plato. “Si tengo una gran variedad de comida, me sirvo porciones puntuales de lo que quiero comer. Así mi cerebro visualiza claramente lo que estoy ingiriendo. En cambio, si estoy picoteando todo el tiempo, pierdo la noción de la cantidad que consumo”, explicó.
En esa línea, la licenciada en nutrición reiteró que la clave está en encontrar un equilibrio que permita disfrutar tanto de los alimentos como del momento compartido. “La idea no es limitarse, sino aprender a manejar las porciones y reconocer lo que realmente queremos disfrutar”, concluyó.
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