Juncos explicó que inicialmente había dos vuelos programados en noviembre y diciembre, pero la semana pasada se cancelaron ambos. “En octubre habían anunciado que volvíamos a los dos vuelos diarios, pero cancelaron algunos que ya estaban programados en el sistema. Lo que más nos extraña es que en diciembre hay días en los que estamos con un solo vuelo”, afirmó.

Respecto al vuelo regular que sigue operativo, detalló que actualmente sale a las 2:40, con algunas variaciones en el origen entre Aeroparque y Ezeiza, y llega a Río Grande a las 6 de la mañana. “A las 7 retorna y a las 10 horas aproximadamente ya está en Buenos Aires. En los días en que hay dos vuelos, uno sale de Buenos Aires a las 22:50 y llega cerca de las 2 de la madrugada, saliendo nuevamente a las 3 y llegando alrededor de las 7 de la mañana. Sin embargo, hicieron una limpieza bastante importante de vuelos en diciembre, lo que significa menos plazas para vender y, para el riograndense, menor oferta de vuelos y promociones”, destacó.

De cara al receso de verano, Juncos mencionó que quedan algunos lugares disponibles, especialmente en los días con dos vuelos, aunque las tarifas son un factor a considerar. “Hoy, un pasajero que tiene que viajar el 26 de diciembre y volver el 2 de enero va a pagar un millón de pesos ida y vuelta a Buenos Aires, porque no hay tarifas de oferta. Sin embargo, si uno puede ser flexible con las fechas, se pueden conseguir pasajes por la mitad o menos, saliendo los primeros días de enero o incluso entre el 10 y 12 de diciembre”.

Pese a esta disminución, Juncos señaló que “a esta altura del año se siguen moviendo los vuelos, así que no descartaría que en 3 o 4 días o incluso mañana mismo, vuelvan a aparecer los dos vuelos para fechas clave de diciembre”.

En esa línea, sostuvo que “se complica a partir del 20 de diciembre, fecha en la que generalmente salen las fábricas, los docentes, y si bien los chicos ya terminan las clases, los padres todavía no, lo que provoca que muchas familias viajen, como suele suceder con la ruta y las fronteras”. Sin embargo, resaltó que este movimiento es relativo: “El año pasado teníamos todas las fechas complicadas, ya que las clases terminaron días antes, por lo cual hubo muchos cambios de pasajes. Mucha gente se fue entre el 8 y 10 de diciembre, y ahí se liberaron lugares para salir entre el 20 y 21. Si no había tanta diferencia, la gente prefirió pagar un poco más y adelantar sus vacaciones”.