Más de 300 mil personas, 17 presidentes y 8 mil agentes de seguridad estarán presentes este domingo primero de enero para participar de la histórica asunción de Luiz Inácio Lula Silva como presidente de Brasil. La ceremonia se hará sin el traspaso de mando ya que el Presidente saliente Jair Bolsonaro se fue del país.
En el primer día del año Lula será proclamado mandatario junto a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, en una ceremonia en el Congreso brasileño. Entre los mandatarios presentes estará el argentino Alberto Fernández que viajará en las próximas horas.
Después de esa ceremonia el nuevo presidente subirá la rampa de acceso al Palacio del Planalto, donde se debería proceder al traspaso de los atributos del mando.
A causa de los recientes disturbios en Brasilia y el intento de ataque con explosivos protagonizados por simpatizantes bolsonaristas, insatisfechos con el resultado del balotaje del 30 de octubre, va a haber un importante aparato de seguridad para prevenir eventuales episodios que pongan en peligro a la nueva conducción política y a los líderes mundiales que estarán en el lugar. La organización no quiere dejar nada librado al azar.
La asunción del presidente de Brasil será este 1° de enero por última vez, considerando que el próximo presidente asumirá el 5 de enero de 2027. La cita con la historia está pautada a las 13.45 en el Congreso, misma hora en Argentina. En ese momento, los invitados, entre ellos 17 jefes de estado, dirán presente el Salón Blanco del Senado.
La llegada de la dupla presidencial Lula - Alckmin, en procesión desde la Catedral Metropolitana, está pautada para las 14:30. A las 15, en tanto, comenzará la sesión formal del traspaso presidencial en el que se dará lectura y la firma del período del presidente y vicepresidente electos.
El operativo de seguridad y cómo será el evento
Toda la ceremonia se realizará bajo un estricto operativo de seguridad a cargo de las fuerzas brasileñas. Brasilia va a utilizar al 100% de su Policía local, con lo cual se espera que alrededor de 8 mil agentes estén destinados a cubrir el histórico operativo.
A la presencia de más de 50 delegaciones internacionales entre ellas la del presidente de Chile Gabriel Boric; de Colombia con Gustavo Petro; de Paraguay con Mario Abdo Benítez; de Uruguay con Luis Lacalle Pou y de España con el rey Felipe VI.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que en 2015 asistió como vicepresidente a la asunción de Dilma Rousseff, enviará a su secretaria de Interior, Deb Haaland, una mujer indígena crítica de Bolsonaro.
El público presente se juntará principalmente en la Explanada de los Ministerios, un espacio rodeado por los edificios gubernamentales y el Congreso.
Ahí habrá dos enormes escenarios decorados con los colores de la bandera de Brasil, donde actuarán más de 60 artistas en una treintena de conciertos. "Tendremos una gran fiesta popular", prometió la futura primera dama, Rosángela da Silva, conocida como "Janja", que organiza al detalle este "Festival del Futuro", ya rebautizado en las redes como "Lulapalooza", en alusión al conocido festival internacional Lollapalooza.
Al no hacer el traspaso personalmente el actual mandatario rompería con la tradición de la democracia brasileña que data de 1985, al igual que hicieron Donald Trump y Cristina Kirchner. Tampoco se la entregará el vicepresidente saliente, Hamilton Mourao, por lo que podría hacerlo el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, algo que todavía no está confirmado.
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