En un país donde no todos los alumnos tienen las mismas oportunidades de terminar la secundaria a tiempo y con los saberes esperados, solo 16 de cada cien lo logran. Quienes cuentan con más probabilidades de desarrollar las trayectorias escolares esperadas son los estudiantes que pertenecen al tercil de mayor nivel socioeconómico, que asisten a escuela privada o cuyas madres tienen estudios superiores.
Esto dice un informe elaborado por los académicos Mariano Narodowski (Universidad Di Tella), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación), en el que se determinó que las trayectorias escolares se ven condicionadas por el nivel socioeconómico de los estudiantes, el nivel educativo de sus familias y la procedencia geográfica. Entre los estudiantes con trayectorias escolares esperadas, la mitad (52,1%) pertenece al tercil de mayor nivel socioeconómico. En el otro extremo, solo el 15% forma parte del tercil de menores ingresos. En otras palabras, del 16% de estudiantes que terminan la secundaria en tiempo y forma, ocho pertenecen al tercil socioeconómico más alto, cinco al tercil medio, y solo tres al tercil más bajo.
También se observan diferencias por tipo de gestión escolar. El 34,3% que llega al último año de la secundaria asiste a escuelas privadas. Sin embargo, quienes llegan en tiempo y con conocimientos satisfactorios representan el 63,7% en escuelas de gestión privada y el 36,6% en estatales. Y algo similar sucede con los niveles educativos de las familias: la mitad de estos estudiantes (el 54,8%) tienen madres que alcanzaron un nivel educativo superior completo.
“Se trata de un escenario atravesado por condiciones de desigualdad y segregación socioeconómica y educativa en el que, debido a la edad de los estudiantes, priman más las diferencias de cuna que las basadas en el mérito. De esto se desprende la necesidad de cambiar las políticas educativas que han regido en las últimas décadas que han propiciado mayor de-sigualdad y la exclusión de los alumnos más débiles”, explicó Narodowski.
Comentarios