El popular cocinero y fundador del restaurante “Volver” dialogó con FM Fuego acerca de su lucha contra la instalación de salmoneras en Tierra del Fuego, la cual se va a materializar hoy en la Legislatura cuando se trate la ley impulsada para tal fin. “Estamos en una jornada histórica, a punto de ser el primer lugar del mundo que le dice ‘No’ a las salmoneras”, adelantó entusiasmado.
Adillón explicó que “tenemos un Canal de Beagle que es muy delicado; es muy cortito, tiene 120 km de largo. A la altura de Almanza se hace muy bajo el lecho y se forma como una canasta que todo lo que se deposite ahí adentro va a quedar en ese fondo marino. Tiene una salida muy estrecha, como el cuello de una botella. Este conocimiento nos lo transmitieron los biólogos marinos que son los que realmente saben lo que sucede debajo del agua”.
En ese sentido, indicó: “Tenemos una cultura en Argentina que comemos carne y no miramos mucho para el lado del mar. Nosotros que estamos en la isla de Tierra del Fuego y tenemos una cultura adquirida de los alimentos que nos provee el mar, ha impulsado la salida de muchos vecinos a manifestarnos”.
Asimismo, puntualizó en que, gracias al caso chileno, se pueden observar las complicaciones de la industria del salmón: “Tenemos la suerte de adelantarnos, porque tenemos el caso testigo de Chile y todo lo que viene padeciendo de esa industria que se instaló en los años 70 y la cual tiene el amparo del sector político que les permiten hacer cosas que son imposibles de imaginar en sus lugares de origen como Noruega. Así es como todo lo que no pueden hacer estas empresas en el hemisferio norte, lo están haciendo en el hemisferio sur”
Además, el cocinero detalló el por qué esta industria es peligrosa para el ecosistema marino:“Las jaulas las comparo con una cancha de fútbol vista desde arriba, pero son muchas canchas de fútbol que para abajo son como edificios de siete pisos. Eso está súper poblado de salmones. Cuando los alimentan, consumen sólo el 25% del alimento arrojado, lo que quiere decir que si en un tiempo determinado les arrojan 10 toneladas, hay 7,5 toneladas que van a quedar depositadas en el fondo marino y va a entrar en descomposición. Esto se va a juntar con las deposiciones de los pescados y va a lograr un doble fermento y una polución de microalgas que le quitan el oxígeno al agua. Sin embargo,cuando los animales empiezan a morirse, corren las jaulas a otro lugar”.
“En el 2020 denunciaron 800 mil salmones que habían muerto, pero esa cantidad no se corresponde con la realidad. Hemos tenido eventos de alrededor de 6 mil toneladas de pescados muertos que los volvieron a tirar al mar”, agregó.
Adillón comentó que “yo tomé conocimiento de esta problemática en el año 2000 cuando visité Puerto Williams. Había un gobernador que estaba tratando de impedir que se instalaran las salmoneras y se le ocurrió hacer nombrar a la isla de Navarino como “reserva de la biosfera”. Con esto logró evitarlo, pero con el tiempo descubrieron que la reserva de la biosfera incluía sólo la protección de las costas pero no de las aguas”.
Con respecto a la ley que se tratará hoy en la Legislatura, manifestó que “hubo mucho apoyo de las ONG locales y de los vecinos. Yo busqué apoyo de los biólogos marinos y, a partir de ahí, el relato se transformó en algo serio y creíble. Además, apareció también Alex Muñoz del National Geographic, vino la gente de Greenpeace, los chicos de “Sin azul, no hay verde” y empezaron a sumarse y a comprometerse muchos actores a nivel nacional”.
“Esperemos que se haga ley, hoy se va a estar tratando el tema en la Legislatura”, afirmó.
Por último, el cocinero de “Volver” remarcó que hace bastante que sacó de su carta el salmón, pero no sólo por este motivo: “Es un producto que está siendo cuestionado por ser tóxico, es decir que no es un producto saludable como uno se imagina. Los cocineros somos considerados artistas, y si estamos haciendo arte con un producto que consideramos tóxico creo que es tiempo de ser generosos y dejar de hacer arte con ellos”.
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