En la carta, los efectivos policiales expresan “Nuestro profundo pesar y dolor por las irremediables pérdidas de nuestros camaradas sargento Jessica Barboza y cabo 1° Ezequiel Matías Martínez, y de todos aquellos compañeros que hoy ya no están junto a nosotros”.
En ese marco, marcan: “Más allá de las causas que fueran disparador de las decisiones tomadas en cada una de estas personas, atestiguamos una vez más, que el sistema de política de nuestra institución por la que somos guiados en cada experiencia, y que debería contener y brindarnos acompañamiento a los hombres y mujeres uniformados y a sus familias, desde siempre demuestra precariedad y falencias que se hunden en inoperancias”.
“La gestión de política institucional, no impulsó hasta el día de hoy, la elaboración orgánica de un mapa de acción organizado en un contexto destinado a mitigar y contrarrestar, real y de manera eficiente, las problemáticas existentes en la salud mental y bienestar del policía”, añade.
Los efectivos policiales están exigiendo respuestas ante la “Falta de contención en la realidad demandante de solución habitacional; ausencia de abordaje profundo en el bienestar saludable del policía; falta de protocolo real y no aparente para acompañar al enfermo mental; falta de elaboración e implementación de medidas serias de detección y apartamiento al policía con problemas de adicciones”.
El mensaje destaca la importancia de abordar la salud mental en todas las profesiones, especialmente en aquellas en las que se enfrentan a situaciones traumáticas y de alto estrés.
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