Este miércoles por la mañana, la marcha atrás del Senasa se hizo oficial: a través de una nueva resolución, confirmó la prórroga por 90 días de la decisión que significaba un permiso para que carne con hueso (no envasada al vacío), ingrese desde cualquier provincia al norte de Río Negro hacia la Patagonia, lo que implicaría que esa región del país pierda su status de libre de aftosa sin vacunación.

En una entrevista para FM Fuego, expresó la preocupación de Tierra del Fuego y otras provincias patagónicas ante la flexibilización de una normativa sanitaria que llevó a años de trabajo para su implementación.

"Fue una sorpresa porque no era un tema que estaba en agenda. Durante todo el año pasado se discutió en los Consejos Federales Agropecuarios, exponiendo las preocupaciones de la Patagonia como territorio libre de aftosa sin vacunación. Además, Tierra del Fuego es libre de brucelosis y tuberculosis, lo que implica procesos largos de monitoreo y reconocimiento por parte de organismos nacionales e internacionales. Permitir la entrada de carne con hueso pone en riesgo toda esa construcción", sostuvo Olmedo.

El funcionario indicó que la decisión de suspender la medida por 90 días y convocar a una mesa de diálogo fue una reacción a la presión de los gobernadores, productores y organismos técnicos. "Esto no responde a cuestiones sanitarias, sino a intereses comerciales. Por eso se dio marcha atrás rápidamente, porque no se habían medido las consecuencias reales de esta flexibilización", explicó.

Olmedo también cuestionó el argumento de que el ingreso de carne con hueso reduciría los precios en la región. "Es un argumento falaz. La diferencia de precios en la Patagonia no se debe a la ausencia de carne con hueso, sino a costos de fletes, intermediación y mano de obra. La solución no es flexibilizar medidas sanitarias, sino fortalecer la producción ganadera local. Si aumentamos el volumen de carne, los precios tenderán a estabilizarse sin comprometer el estatus sanitario", afirmó.

El subsecretario subrayó la importancia de mantener el reconocimiento de la Patagonia como zona libre de fiebre aftosa, ya que permite acceder a mercados más exigentes y mejor posicionados a nivel mundial. "El estatus sanitario no solo beneficia la exportación de carne, sino que también abre oportunidades para la comercialización de genética y otros productos de alto valor agregado", explicó.Finalmente, destacó que la reacción rápida del sector productivo y técnico fue clave para frenar la medida. "El camino es producir más y no flexibilizar normativas sanitarias por coyunturas comerciales. La Patagonia y Tierra del Fuego seguirán defendiendo su estatus diferencial y apostando al desarrollo productivo sin poner en riesgo los logros alcanzados".