El presidente Alberto Fernández convocó anoche a intendentes bonaerenses a una cena que se realizó en la Quinta Presidencial de Olivos.
Durante el ágape, el titular del Palacio de Hacienda retomó conceptos que ya había expresado la semana pasada en Merlo en otra cumbre con intendentes que había sido promovida por Máximo Kirchner y contaba con la presencia de la tropa que responde a la vicepresidenta, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Máximo Kirchner.
En ese contexto, Massa tomó la palabra y le pidió puntualmente al Presidente que defina en el corto plazo si va a competir por la reelección y que habilite la competencia interna en las PASO para ampliar la oferta de postulantes.
Esta semana, Fernández habló en público del tema durante una entrevista radial concedida a la periodista María O’Donnell en Urbana Play. Si bien no se lanzó, sugirió que será candidato y dijo que no tiene problemas en competir contra sus ministros si es necesario, entre ellos el propio Massa.
El ministro de Economía repite en público y en privado que son incompatibles sus labores como funcionario con una eventual postulación presidencial. Y supedita las chances electorales del frente a los resultados de su gestión. En ese contexto, Massa anticipó ante ministros que se encuentra en plena batalla contra la inflación. “Hay que bajar la inflación recuperando el ingreso de los trabajadores y sin dejar de crecer y eso es un trabajo artesanal de todos los días”, puntualizó, según reprodujeron los asistentes a la comida.
El titular del Palacio de Hacienda repasó los desafíos que enfrenta. Aseguró que el exceso de pesos emitidos durante 2020, 2021 y 2022 por su antecesor, Martín Guzmán, atenta contra la estabilización definitiva de las variables e informó que va a encarar un proceso de desendeudamiento para equilibrar la cotización de los dólares financieros, que juegan un rol determinante en la fijación de los precios.
Escucharon sus palabras Mariano Cascallares (Almirante Brown); Alejo Chobornoff (Avellaneda); Juan José Mussi (Berazategui); Fabián Cagliardi (Berisso); Gustavo Arrieta (director de Vialidad de Cañuelas); Mario Secco (Ensenada); Carlos Ramil (intendente interino de Escobar); Alejandro Granados (Ezeiza, de licencia); Andrés Watson (Florencio Varela); Juan Zabaleta (Hurligham); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Mario Ishii (José C. Paz); Javier Osuna (Las Heras); Marina Lesci (intendenta interina de Lomas de Zamora); Joaquín Garitondia (interino de Marcos Paz); Mariel Fernández (Moreno); Lucas Ghi (Morón); Facundo Diz (Navarro); Blanca Cantero (Presidente Perón), Leonardo Angueira (Punta Indio); Juan Andriotti (San Fernando); Fernando Moreira (San Martín); Nicolás Mantegazza (San Vicente); Julio Zamora (Tigre).
Ayer, antes de recibir a los intedentes, Fernández le había puesto fecha y hora a la convocatoria de la mesa nacional del Frente de Todos que discutirá reglas para las próximas elecciones primarias. El kirchnerismo confirmó que se sentará a debatir, pero no estarán ni CFK y ni el diputado nacional Kirchner.
Massa fue uno de los primeros en respaldar públicamente la convocatoria. Anoche, en la cena, volvió a hablar de la importancia de que la coalición discuta internamente cómo va a organizar el proceso electoral con reglas claras para todos sus integrantes y con una estrategia unificada, especialmente en las provincias. Sugirió además que ése no es un ámbito para discutir cuestiones de la gestión: “Los problemas de fondos que puede llegar a tener un Municipio no se discuten en reuniones que van a salir en los diarios; todos tienen mi teléfono abierto y me pueden llamar cuando quieran”, planteó.
El líder del Frente Renovador aseguró que hoy es casi imposible acordar políticas con la oposición porque no hay líderes definidos, sino “tribus” que están en disputa por las candidaturas. Y que hay un sector ligado al ex presidente Mauricio Macri que va a “jugar” a desestabilizar la economía porque es lo que le conviene.
El próximo sábado habrá otra comida en Olivos, esta vez con gobernadores. Aún no está confirmado quiénes asistirán y habrá especulaciones hasta último momento. La Casa Rosada aspira a que el encuentro tenga el mayor volumen posible, aunque la empresa es difícil por las divisiones internas y por algunas heridas que continúan abiertas entre los jefes provinciales y el Presidente.
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