Fuentes del caso explicaron en el informe que en las conversaciones la mujer de 46 años enviaba fotografías y videos de sí misma, así como de su hija menor de edad.

Las imágenes que eran enviadas mediante la aplicación Telegram tenían un contenido sexual claro que eran tomados de manera casera por un teléfono celular u otro dispositivo móvil

Además, detallaron que en los archivos la niña de ocho años vestía con ropa liviana y se mostraba partes íntimas de su cuerpo: "Todas estas imágenes compartían un denominador común que era la de la orientación sexual, ya que mostraban a la niña en situaciones sexualizadas. Esto aumentaba su vulnerabilidad, ya que parecían aprovecharse de ella en un estado de completa indefensión y cosificación extrema".

Luego de los datos aportados por la policía fueguina, se inició una investigación en Buenos Aires identificándose la ubicación de la acusada del aberrante acto.

Esto permitió dar con su paradero en una vivienda en el partido de Morón provincia de Buenos Aires y como resultado se llevó adelanté un allanamiento que finalizó con la detención de la mujer de 46 años.

Durante la pesquisa se secuestró una gran cantidad de dispositivos de almacenamiento de archivos que tendrían contenido sexual de la menor.

El caso quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°5 a cargo del Fiscal Claudio Oviedo.