En una serie de encuentros con Edmundo González Urrutia, líder de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y ganador de las elecciones de agosto, el gobierno argentino garantizó su apoyo en caso de que asuma el mando. Sin embargo, aclararon que no participarán en su regreso a Caracas, considerado un evento incierto y potencialmente conflictivo.
González Urrutia está exiliado en España desde que se agravó la crisis política en Venezuela tras las elecciones de 2024. En ese entonces, el régimen de Nicolás Maduro desconoció los resultados electorales, que favorecían a la oposición, y logró mantenerse en el poder pese a las masivas protestas internas y los cuestionamientos de la comunidad internacional. Actualmente, el presidente electo busca apoyo internacional antes del inicio oficial del período presidencial, establecido por la Constitución venezolana para el 10 de enero.
En su gira, Argentina fue su primer destino, donde se reunió con Javier Milei, quien prioriza el respaldo a la oposición venezolana liderada por María Corina Machado. Milei subrayó la importancia de una Venezuela libre y democrática, pero dejó claro que Argentina no involucrará a sus fuerzas de seguridad en la situación.
En caso de que González Urrutia logre asumir el poder, desde la Casa Rosada prometen ofrecer “asesoramiento” y “gente idónea para encaminar su plan de gobierno”. Sin embargo, reconocen que el panorama sigue siendo incierto, y existe la posibilidad de que su regreso sea impedido por el régimen de Maduro, resultando en un desenlace simbólico sin cambios concretos.
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