El sábado, debido a una alerta meteorológica por tormentas eléctricas, la complejidad del terreno y el humo que dificultó las operaciones aéreas, se suspendieron por razones de seguridad las tareas de combate terrestre. Sin embargo, se realizó un vuelo de reconocimiento y se asignó personal técnico para evaluar la situación general del incendio. Con esta información, se definió un plan de acción prioritario basado en el análisis del comportamiento del fuego.

Desde la intendencia del parque aseguraron: "Es importante destacar que, a pesar de la actividad del fuego, el incendio se mantiene alejado de viviendas y poblaciones".

Ese mismo día, un Boeing 737 FireLiner, proveniente de Santiago del Estero, realizó seis descargas de 15.000 litros de agua cada una en áreas donde es posible operar con aeronaves de gran porte.

Durante el fin de semana, se desplegaron 69 agentes de la Administración de Parques Nacionales (APN) para combatir el incendio. Entre ellos se encuentran 27 brigadistas, cinco guardaparques, personal técnico y logístico, además de agentes de la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias (Dlife). Asimismo, 17 brigadistas del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif) de Río Negro, provenientes de El Bolsón y Bariloche, colaboraron en el operativo.

La Gendarmería Nacional brindó apoyo en el helipunto de Pampa del Toro, ubicado sobre la ruta 40, mientras que personal de Protección Civil Bariloche también participó en el operativo. En total, se emplearon diez medios terrestres y cuatro aéreos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, incluyendo dos helicópteros (Bell 412 y Bell 407) y dos aviones hidrantes.

Por otro lado, en la zona norte del parque, un incendio de menor magnitud fue contenido el sábado cerca de Pichi Traful. Este foco, que afectó unos 400 m² de bosque nativo de coihues, fue extinguido gracias al trabajo de brigadistas y guardaparques de los parques nacionales Nahuel Huapi y Lanín. Las causas del siniestro aún están bajo investigación.