
Caminá , caminá para allá o te rompo la cabeza ,gritó Francisco Postiglioni en la puerta del local de Starbucks ubicado en el centro de La Plata. Mercedes Skare, aún con el café en la mano, caminó con prisa, a medio metro de su ex marido, con el miedo constante de que la golpeara por detrás.
La denuncia de la médica contra el hombre de 37 años, jugador de rugby del Club Universitario hasta 2001, generó una conmoción inmediata en la ciudad bonaerense. El testimonio inicial, fue sólo el comienzo de una serie de amenazas y sucesos de hostigamiento que la mujer vive desde hace mas de un año"
“El audio que publiqué es de ese día. Ya estábamos separados y tenía que dejarme a los nenes en el departamento. Yo me estaba mudando y allí estaba mi mamá dándome una mano. Cuando llegó a la puerta del edificio fue mi mamá quien recibió a los chicos. Yo antes le había avisado que en un rato iba, que compraba un café en Starbucks y volvía. Él los dejó y fue al local, que queda a una cuadra del lugar en el que vivo. En la puerta me mandó esa nota de voz”, contó Skare.
El audio,publicado en las redes sociales llenó de temor a la platense de 37 años. " No te cago a trompadas porque no puedo , te quedo claro ? Anotala; no te rompo los dientes porque no puedo , pero tengo unas ganas de partirte la cabeza ... Sabes las ganas que tengo de que se te despedace el maxilar???En Starbucks estás, pedazo de basura? La concha de tu madre. Vos me tenés que esperar, no la oligofrénica de tu mamá. Sorete, hija de mil puta. Salí de Starbucks porque estoy en la puerta y entro y te rompo los dientes, así nomás te lo digo”, fueron las palabras que grabó Postiglioni desde el interior de su Toyota Corolla, en la puerta de la cafetería.
“Después de la última denuncia recibí un mensaje: Era una ex novia de él, que me contaba que estuvo 8 años hostigándola. Cuando me dijo eso quedé helada", reveló. La mujer me contó que estuvo en pareja durante tres años con Postiglioni y que la relación finalizó en 2005. “Me separé y arrancó un calvario de hostigamiento, llamados, mails, amenazas. Perseguirme al trabajo. Esperarme horas a que saliera de mi casa. Agarrarme sola en la calle; él continuó amenazándome hasta 2013”, sostuvo.
“Cuando leí eso empecé a pensar en que se casó conmigo y amenazaba al mismo tiempo en que amenazaba a esta chica y que incluso tuvimos a nuestro primer hijo... y lo seguía haciendo. No sé realmente cuál es su objetivo.
Su familia me dijo que lo denunciara, que ellos no pueden hacer nada. Yo no sé... Sólo quiero que me deje vivir en paz”, completó Skare.
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