El fuerte encarecimiento de Argentina medido en dólares está transformando las decisiones de los turistas locales, quienes en muchos casos eligen destinos internacionales para sus vacaciones. Una de las comparaciones más notorias es la de Río de Janeiro, que actualmente cuesta la mitad que Mar del Plata para una estadía de dos semanas.
Esta diferencia de costos responde a múltiples factores. En primer lugar, el aumento sostenido de los precios en destinos tradicionales de la costa atlántica argentina, junto con una política de devaluación controlada del peso argentino que no acompaña los niveles de inflación. Según datos de la consultora Econviews, el dólar turista se apreció un 76% en el último año, lo que encareció aún más los precios en dólares de Argentina.
Mientras tanto, la depreciación del real brasileño, que se profundizó en las últimas semanas, abarató los costos en Brasil medidos en dólares y pesos argentinos. Este fenómeno también se observa en otros destinos populares como Santiago de Chile, Cancún y Búzios, que se presentan como alternativas más accesibles que Mar del Plata o Pinamar.
Incluso Uruguay, tradicionalmente un destino más costoso para los argentinos, espera una temporada turística favorable. Según la Cámara Uruguaya de Turismo, el 60% de los visitantes serán argentinos, impulsados por una situación económica que favorece al país vecino. Santiago Pierro, presidente de Liderus, afirmó que esta dinámica también beneficiará las inversiones inmobiliarias en Punta del Este.
El impacto de esta tendencia en el turismo local varía según el destino. De acuerdo con Econviews, las reservas suelen caer en lugares como San Martín de los Andes, Ushuaia o Puerto Iguazú cuando se aprecia el dólar, pero destinos más populares entre el turismo interno, como Villa Carlos Paz o Bariloche, tienden a mantener o incluso aumentar su ocupación hotelera.
Ante esta realidad, muchos turistas argentinos ven en destinos internacionales la posibilidad de disfrutar de una experiencia distinta a un costo más bajo, reforzando una tendencia que está redefiniendo las preferencias turísticas del país.
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