En diálogo con FM Fuego la Licenciada en Risoterapia María Alejandra Acosta habló acerca de la risa como terapia complementaria para mejorar la calidad de vida: "Es utilizar la risa como una herramienta para aumentar la creatividad. El ser humano tiene 6 dimensiones, la física, la emocional, la racional la social, la valorica y la espiritual, nosotros trabajamos usando la risa como tratamiento complementario, no necesariamente para las personas física o mentalmente enfermeras. Esto tiene muchos beneficios como el aumento de endorfina, mejor sistema inmunológico, mejoran las alteraciones cardiovasculares, etc., es decir que tiene beneficios en todo el cuerpo".
"Doy un ejemplo, -continuó diciendo la Licenciada-, hacemos un ejercicio donde nos reímos 1 minuto, lo más probable es que lo logremos en 30 segundos. Ocurre que en el hipotálamo se liberan "hormonas de la felicidad", que a través del torrente sanguíneo se depositan en nuestras células. Es algo también pasa con el miedo, la tristeza, el asco. Lo que hacemos con estos talleres es dar a las personas herramientas y procedimientos que les permitan poner en práctica la risa, para mejorar la creatividad, las relaciones humanas y hacer que la vida sea más fácil. El cerebro necesita un poquito de ayuda".
En esta línea añadió: "En el taller planteamos la cuestión de la pandemia, la negación que se hace de esta, la negación de una situación dramática retarda la elaboración saludable de un duelo. Tenemos que aceptar las dos caras de la moneda, durante la pandemia perdimos seres queridos, por ejemplo yo trabajo en un Hospital en Tucuman donde eramos 15 y quedamos 2, si yo niego esa realidad luego pueden producirse enfermedades por el desequilibrio emocional".
"Ahora se está viendo mucho como la pospandemia afectó a los adolescentes, los más afectados por el tema del cuerpo. Sienten vergüenza, tapan su corporalidad, y eso forma parte del miedo. Y si no lo asistimos de manera adecuada puede tener graves consecuencias", advirtió Acosta.
Además propuso: "En la educación podemos ver que es como si fuera que no se hizo nada, entonces tenemos que ver la pandemia como posibilidad, tenemos que ver todo lo que hemos logrado. La pandemia nos enseñó que somos mortales y que tenemos que vivir el momento presente de la mejor manera. También nos enseñó la paciencia, la resiliencia, el ego del humano es tan alto que a veces no nos deja mirar a los demás. Decíamos que de esto salíamos todos juntos, y era muy hermoso ese momento de humanidad".
Finalizó invitando a la comunidad a participar de los talleres y formar parte del voluntariado "con compromiso, ser payasos de hospital es un trabajo sagrado, cuidamos al paciente, a la familia, a la sociedad. Voy a un lugar donde la gente la está pasando mal y genero un cambio energético, tengo que contagiar una emoción".
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