El fotógrafo de 35 años permanece internado desde marzo. Según sus allegados, “está en una meseta neurológica y el líquido cefalorraquídeo no alcanza a cubrir todo el cerebro”. Además, señalaron que el ventrículo cerebral derecho estaría dilatándose más que el izquierdo y que los médicos creen que la válvula que controla el líquido no funcionaría correctamente. Este martes se realizó una intervención para cerrarla manualmente mediante una pequeña incisión.
En sus redes, familiares destacaron: “Pablo continúa luchando. Está con fuerzas. El cariño que le hacen llegar él lo siente y lo necesita. Gracias de todo corazón”.
Tras tres meses de internación en el Hospital Ramos Mejía, Grillo había sido dado de alta para continuar su recuperación en el centro de rehabilitación Manuel Rocca, pero su estado empeoró. Su hermano relató a Futurock que el fotógrafo “ya no es el mismo”: “Actualmente está más lento, se queda pensando, a veces deja de comer. Nos estamos adaptando a esta nueva situación”.
Por otra parte, la causa por la cápsula de gas lacrimógeno que lo hirió continúa en investigación. La jueza María Servini ordenó un peritaje balístico, que determinó que el disparo que impactó en Grillo podría haber sido realizado por el agente de Gendarmería Héctor Guerrero, quien será indagado el 2 de septiembre. Este lunes se realizó el segundo peritaje, mientras que el primero había tenido lugar el 2 de agosto, a una cuadra del Congreso.
Comentarios