En diálogo con FM Fuego, el Director de Epidemiología de Tierra del Fuego, confirmó los primeros 4 casos de la viruela del mono en la provincia, después de conocerse el reporte nacional que hablaba de un caso: “El reporte siempre va atrasado, por eso confirmo que en la provincia ya tenemos cuatro casos confirmados de la viruela del mono por laboratorio y tenemos más casos sospechosos en estudio y uno descartado. La circulación de este virus en todo el mundo en algún momento iba a llegar a Tierra del Fuego, alguno de los casos confirmados tenía antecedente de viaje a otra provincia, son de Río Grande y de Ushuaia”.

Petrina habló del estado de salud de los casos confirmados: “Están en buen estado de salud, de hecho la primera ya está dada de alta, ninguna requirió internación, en general es una patología que se auto limita, no tiene mayores complicaciones, todos los casos que tenemos aquí, por suerte son leves”.

“La viruela del mono es causada por un virus, -agregó Petrina-, que normalmente es endémica o sea, es de circulación normal en algunas zonas de África desde hace muchos años y que, en los últimos meses, comenzó a propagarse primero en Europa, Asia y después llegó a distintos lugares de América. No tiene nada que ver con el Covid y otras enfermedades que son muy infecto contagiosas, pero es una enfermedad contagiosa. La característica más interesante es que se trata de una enfermedad más bien de contacto, no se denomina una enfermedad de transmisión sexual, pero sí, las relaciones íntimas, de piel a piel, son las que facilitan la principal vía de contagio”.

En relación a los síntomas, el Director de Epidemiología de la provincia dijo: “Tiene síntomas inespecíficos como pueden ser fiebre, dolores corporales, inflamación en ganglios, pero lo más característico son este tipo de lesiones en la piel, donde comienza con pápulas a formarse, que se pueden dar de forma única o múltiples en distintas partes del cuerpo, zonas de la espalda, genitales, perianales, pero se puede dar en otras partes como los brazos, las manos, incluso cerca de la boca, que terminan teniendo el mayor material infeccioso que es el que hay que tener el mayor cuidado para evitar el contagio. No son sencillos de diferenciarlo con otros virus como el herpes, la sífilis, hay diferentes enfermedades infecciosas, que el médico tratante debe de hacer el diagnóstico diferencial, como para poder sospecharlo y a su vez tener ese pequeño componente epidemiológico de saber que por ahí estuvo con otro caso sospechoso, con síntomas similares”.

“Los tiempos de incubación son más o menos desde que comienza los síntomas se toma aproximadamente 21 días, como para tener tres semanas, desde lo que es una persona que haya podido estar expuesta al virus en esos siguientes 21 días, analizar o auto monitorear la aparición de estos síntomas que es el tiempo que tomamos. Pasados estos 21 días, podríamos considerar, la biología no es matemática, que no se va a contagiar. Aquí los contactos estrechos con personas sospechosas o confirmadas, no se aíslan, pero se los monitorea depende del tipo de contacto que haya tenido”, finalizó diciendo Juan Petrina.