Rodríguez recordó que antes de su construcción, los habitantes cruzaban el río en bote o debían recorrer 23 kilómetros hasta el puente colgante Ernesto Campos, lo que podía demorar todo un día. "Era una situación muy compleja para la vida cotidiana de la ciudad", explicó.
El puente, inaugurado el 20 de marzo de 1981 tras casi tres años de trabajo, se convirtió en un símbolo de la ciudad. "Fue una obra faraónica para la época, en un Río Grande que tenía apenas 9.000 habitantes", señaló.
También mencionó las difíciles condiciones de trabajo de los obreros y los accidentes ocurridos durante la construcción. "Hubo muchos trabajadores que arriesgaron su vida y lamentablemente algunos la perdieron en el proceso", destacó. Además, subrayó que la obra había sido proyectada en el Plan Trienal de Juan Domingo Perón en 1973, pero finalmente fue descartada, lo que postergó su concreción por ocho años. "Fue una deuda histórica que se saldó con mucho esfuerzo", afirmó.
Rodríguez enfatizó la importancia histórica del puente y su papel en la expansión urbana. "El puente permitió integrar a una parte de la ciudad que hasta entonces estaba muy aislada", explicó, recordando que en aquella época la margen sur tenía pocos habitantes, con el frigorífico CAP y la Escuela N° 4 como los principales puntos de asentamiento. "Hoy en día, no podríamos imaginar Río Grande sin el Puente Mosconi", concluyó.
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