Rodrigo se encuentra en la Antártida desde abril, a casi 5.000 kilómetros de su hogar, luego de haber encontrado una oferta de trabajo que buscaba profesionales en informática o electrónica con especialización en telecomunicaciones. Con una temperatura de -1,5°C, decidió celebrar a lo grande y se zambulló en las aguas más heladas.
Desde Buenos Aires, su padre, Mauricio De Iuliis, también expresó su orgullo a través de un video: "Perdón si se me nota un hilito de baba, pero es emocionante lo que logró y dónde lo logró. Además, todo gracias a la educación pública".
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