Mientras el cortejo fúnebre de despedida de la reina Isabel II sigue su curso, se conocieron más detalles sobre la ceremonia, que culminará el lunes próximo, con el funeral de estado. Uno de los aspectos es el del ataúd donde se encuentran los retos de la monarca, ya que se pudo saber cómo está confeccionado, para esta situación tan especial.
El protocolo indica que el féretro con los restos de Isabel II reposará en una cripta familiar, ubicada en el castillo de Windsor, y no será inhumado. Así se han revelado algunos detalles en torno a las características del sepelio.
En ese sentido, dicho ataúd cuenta con características que lo hacen prácticamente inviolable, a lo que además se da por descontado que es un ataúd “de lujo”, digno de un integrantes de la realeza europea.
Funeral de la reina Isabel II: cómo es el ataúd que lleva los restos
La información indica que el cajón en el que ahora yacen los restos de la reina Isabel II, había sido elegido desde hace varias décadas, al igual que aquel que se usó el año pasado para el funeral del príncipe consorte, Felipe de Edimburgo, el cual se diseñó exclusivamente para él.
De este modo, el ataúd en el que ahora se transporta el cuerpo de la reina Isabel II, en los honores que se le rinden en Edimburgo, antes de ser trasladado a Londres la próxima semana, corresponde a un cajón hecho en roble inglés y forrado en plomo. Se estima que el féretro fue fabricado hace 30 años, según precisaron.
En ese sentido, el féretro ya se encuentra sellado, por lo que el rostro de la reina no podrá volver a ser visto.
La historia y el protocolo del “ataúd real”
En el marco de las honras fúnebres, el cajón lucirá cubierto por el estandarte y las insignias reales, hasta que el próximo lunes 19 de septiembre, se realice la ceremonia de funerales de Estado, en la que participarán diferentes líderes mundiales.
Una vez realizado ese acto, el ataúd será trasladado a su disposición final en la capilla de San Jorge, lugar en el que también reposan los restos de sus padres y su esposo. Sobre la fabricación del ataúd de la reina, se conocen algunos detalles.
Según reveló la empresa funeraria londinense Leverton and Sons, encargada de esta clase de actos en la familia real, los ataúdes habían sido entregados a ellos; tanto el de Isabel II como el del príncipe consorte, en 1991, fecha en la que fueron designados como proveedores de esos servicios para la casa real.
En ese sentido, también destacó el alto costo que puede tener el ataúd, debido a sus materiales, recordando que el roble inglés es muy difícil de encontrar, monto al que se suma en sí el uso de plomo.
Sobre este revestimiento en plomo, que convierte a la caja en un artículo muy pesado, esta sirve para hacer del ataúd un elemento hermético, dadas las características del funeral. En ese mismo sentido, según explican los expertos, el ataúd es muy pesado, y cuenta con un reforzamiento especial en su tapa, en tanto esta debe soportar las insignias reales que se colocan encima durante la velación.
Los expertos en protocolo y ceremonial explicaron que cuando se hace alusión a las “insignias reales” que se emplean en el funeral, esto se refiere a emblemas de la monarquía como el cetro y el “orbe”, que, según medios internacionales, consiste en un globo terráqueo, coronado por una cruz con un simbolismo especial que representa “el mundo cristiano”.
Al arribar a Londres, el próximo martes, el féretro de la reina también será puesto sobre un soporte, el cual estará cubierto por una tela púrpura en Westminster, donde comenzará la velación pública, en la que la reina estará custodiada por los miembros de su guardia real.
Según explican medios internacionales, el féretro de la reina también será cubierto por una bandera o estandarte que ondeó en Buckingham durante su reinado, y que se izaba en Sandringham o Windsor cuando la monarca estaba allí.
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