En una entrevista para FM FUEGO, Calisaya brindó detalles de las medidas adoptadas por la empresa y el rechazo de los empleados a asumir las consecuencias de sus problemas económicos.
Recordó que ya en octubre comenzaron las complicaciones: “Hemos tenido ciertas circunstancias que ha venido planteando la empresa, en donde nos dieron vacaciones de un día para el otro. Las rechazamos porque no cumplían las normas legales correspondientes con los 45 días de preaviso, sumado a eso, terminada esas vacaciones, nos impusieron una suspensión el cual tampoco aceptamos bajo ningún acuerdo”.
El delegado explicó que, el 30 de octubre, la empresa presentó una medida cautelar para reanudar sus actividades y llamó a todos los trabajadores a presentarse, levantando la suspensión sin condiciones.
Sin embargo, la empresa no cumplió con el pago de la quincena que debía abonarse el cuarto día hábil de noviembre. "Nosotros estamos trabajando y ya denunciamos la situación. Pedimos una audiencia en el Ministerio de Trabajo y planteamos nuestro rechazo total a este tipo de actitudes", afirmó Calisaya.
El delegado describió la estrategia de la empresa para obligarlos a firmar, “Lo que atribuye es que, al no haber acuerdo, no tiene que abonar. Por eso nosotros decimos que es una extorsión lo que nos está haciendo, porque quiere que firmemos un acuerdo al porcentaje que plantea la empresa y, una vez que se firme, recién se va a pagar”.
En ese sentido, detalló el acuerdo que intenta imponer Australtex. Según explicó, la empresa quiere contabilizar 14 días de vacaciones y otros 14 días como suspensión, para retrotraer todo a un esquema de suspensión con una reducción salarial del 75% del sueldo bruto. “El último porcentaje planteado era del 75% del bruto; dentro de todo estaba la postura de aceptarlo, pero sin ningún ámbito de reconocer lo que se le planteaba en donde se hace ajena a todo lo que está pasando, cuando sabemos la no adecuación al subrégimen. Siendo totalmente responsabilidad de la misma y no de los trabajadores", remarcó el delegado.
Finalmente, Calisaya expresó su descontento con las tácticas de la empresa, señalando que se sienten presionados a aceptar un acuerdo desfavorable. “Aparte ya venimos con ciertas actitudes de la empresa y nuestra postura es negativa, pero lo que está haciendo hoy en día es negar los salarios para que terminemos de alguna manera acorralados por las cuentas, sabiendo lo que significa no percibir un sueldo, y llevarnos a firmar un acuerdo que es conveniente para ellos, no para nosotros”, concluyó el delegado.
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