“Nosotros consideramos que, en esta situación, Nación ya marca como penal cobrado”, afirmó el dirigente, en referencia a la postura del Gobierno Nacional que, según dijo, no da señales de frenar la medida ni de garantizar la estabilidad laboral del sector. “Si no hay un compromiso real de todas las partes para revertir esto o analizar a fondo lo que significa esta decisión, nosotros no vamos a llegar a diciembre de esta manera”, advirtió.
Escobar fue contundente al señalar que las reuniones mantenidas hasta el momento con la UOM, el Gobierno Nacional, el Gobierno Provincial y las cámaras empresariales no han dado los resultados esperados. “Todos fueron encuentros de buena voluntad, pero nadie tiró las cartas sobre la mesa. Los únicos que lo hicimos fuimos los trabajadores, desde el primer día, cuando levantamos una medida de fuerza apostando al diálogo”, señaló.
Además, denunció que las cámaras empresariales, particularmente AFARTE, se niegan a brindar información precisa sobre los niveles de producción, los kits que están ingresando o las compras previstas para los próximos meses. “No hay compromiso de las cámaras para dar garantías de continuidad laboral. No muestran números reales ni un plan que indique cómo van a sostener los puestos de trabajo”, dijo.
Escobar recordó que el sector aún no logra reponerse de las pérdidas sufridas desde 2017, “De los 16.000 puestos de trabajo que supimos tener, todavía no pudimos recuperar ni el 50%. Y ahora se plantea una medida que puede generar otra caída”. En ese sentido, criticó el relato oficial que minimiza el impacto de la baja de aranceles, “Desde Nación dicen que no va a afectar en el corto o mediano plazo, pero eso no es así. No se puede hablar desde la teoría. Hay que vivirlo”.
El dirigente también apuntó a la falta de una estrategia política clara para preservar la industria fueguina. “Esta es una decisión 100% política. Nosotros como gremio hacemos el esfuerzo de acompañar, de buscar soluciones, pero si no hay voluntad y si lo que pesa son los intereses electorales, vamos a dar la lucha que tengamos que dar”, manifestó.
Asimismo, advirtió que si se reglamentan los decretos tal como están, sin contemplar mecanismos para preservar el empleo, “eso va a tener una incidencia directa en los puestos de trabajo”. Y agregó, “Por eso pedimos una prórroga, pero hasta ahora nadie muestra números concretos. No vamos a comer espejitos de colores”.
Por otro lado, también hizo una reflexión sobre el contexto electoral y sus posibles consecuencias, “A veces, por bronca a un dirigente o a un político, se termina votando en contra del propio derecho. Y eso es lo que está ocurriendo. Si este modelo se impone y hay sectores que lo siguen acompañando, tendremos que revisar todos qué lugar ocupamos”.
Finalmente, remarcó que la industria fueguina no puede seguir siendo utilizada como variable de ajuste. “La situación no es solo en Tierra del Fuego. Hay una recesión enorme en todo el país, con pymes que están planificando cierres o retiradas. Pero cuando nos sentamos con Nación, la rigidez es total. Nos dicen que bajemos los precios como si eso se manejara desde la isla. Es una mirada centralista que desprecia la producción nacional”.
“Estamos frente a un escenario muy complejo y no descartamos nuevas medidas de fuerza. No decimos que van a ser inmediatas, pero sí analizaremos profundamente cada paso, porque no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras destruyen el trabajo de nuestra gente”, cerró.
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