Durante esas jornadas no habrá atención al público, aunque el personal permanecerá en sus lugares de trabajo llevando adelante distintas acciones de protesta. Entre ellas, se implementará un “apagón informático” que implicará la desconexión de los sistemas antes de registrar la asistencia. También se realizarán asambleas presenciales en cada dependencia de la Aduana y se mantendrá un estado de alerta con la posibilidad de intensificar las medidas si no hay respuestas al reclamo.

“Considerando el deterioro salarial que constantemente se agrava mes a mes, nos vemos en la obligación de profundizar el plan de lucha en defensa de nuestro genuino derecho a paritarias libres y homologadas”, sostiene el comunicado de SUPARA.

Los primeros dos días de paro coinciden con Semana Santa, lo que podría generar complicaciones en los pasos fronterizos, especialmente para quienes planifiquen viajar hacia Chile. Si bien desde el gremio aseguraron que el turismo no se verá directamente afectado y que las operaciones por razones humanitarias o de salud pública estarán exceptuadas, no se descarta la posibilidad de demoras.

Cabe recordar que la última medida de fuerza afectó exclusivamente al transporte de cargas con una reducción horaria para el cruce. El gremio también se mantiene firme en su rechazo a levantar una medida cautelar que protege la estabilidad laboral, condición que impuso el sector oficial para avanzar en la negociación salarial.

Además, denuncian que la falta de personal en diversos puntos de la frontera ha incrementado la carga laboral, lo que repercute directamente en la eficiencia de los trámites aduaneros.