Ante esta preocupante situación, la protectora de animales instó a los vecinos de la zona a tomar precauciones con sus mascotas para evitar nuevos envenenamientos.
Este tipo de agresiones no es un hecho aislado. En noviembre de 2024, Guardia Animal denunció que alguien arrojaba alimentos con vidrios y alfileres en el centro con el objetivo de dañar a los perros callejeros. El consumo de estos alimentos con elementos contundentes, provocan que los animales sufran una hemorragia interna, llevándolos en la mayoría de los casos a la muerte de los caninos.
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