En una entrevista para FM Fuego, Abrego expresó su preocupación por la situación de Barpla tras el final de las suspensiones a inicios de esta semana: “Se hicieron presentes los delegados y comunicaron que van a suspender unos 30 días más”. Frente a este nuevo acuerdo, el representante gremial de los 45 trabajadores textiles de esta firma sostuvo: “No nos oponemos a la suspensión, siempre y cuando sea del 75% del sueldo bruto, para que el compañero no pierda tanto de su ingreso”.

Sin embargo, subrayó la necesidad de que la empresa cumpla con la suma no remunerativa lograda en paritarias al 100%. “Seguramente el 20 de octubre se va a firmar la próxima. Por eso les dijimos a los delegados que le comuniquen a la empresa que esa suma debe percibirse en su totalidad para tener la menor cantidad de pérdida”.

Y precisó: “Por eso, por 30 días más, los compañeros de Barpla van a estar cobrando el 75% del sueldo bruto, pero igual la incertidumbre continúa porque lo que quieren es trabajar y no estar suspendidos. La fábrica está vacía, no está saliendo ni entrando nada. Los compañeros continúan afuera en la carpa porque este mes lo están cobrando, pero el próximo no sabemos”.

En ese sentido, advirtió: “Lo que se espera es que saque una resolución o, si no, que aparezca una medida cautelar para que continúe funcionando. Lo único que queda hoy es ser optimistas porque, si vamos a lo legal, la empresa en cualquier momento agarra sus cosas y se va, y ahí está el tema, porque no va a haber el 75% del bruto ni del neto hasta que se resuelva este problema”.

En cuanto a la situación de las empresas textiles más complicadas, Abrego mencionó que Barpla no es la única en crisis. Otras firmas como Sueño Fueguino y Australtex también enfrentan desafíos significativos. Estas compañías no cumplieron con los requisitos establecidos en el decreto que regula el subrégimen, lo que ha derivado en la posibilidad de que queden fuera del sistema de beneficios fiscales.

“Si estas empresas, que son las más complicadas, dejan de producir, quedaríamos con solo 220 compañeros de los 700 que éramos en julio. Esto es alarmante”, señaló.

Por otro lado señaló la escasa producción de las empresas que aún están en operación. Según indicó, las que fueron autorizadas, como Hilandería Fueguina y Armavir, están funcionando a solo un 35% de su capacidad instalada, lo que limita severamente su potencial de producción.

Ante este panorama incierto, hizo hincapié en que, sin una medida cautelar o resolución que permita a estas empresas continuar trabajando, el futuro de muchos empleados pende de un hilo. “Hoy, Barpla tiene muy poco tiempo para regularizar su situación. Si no hay acción judicial o administrativa, no va a continuar. Sabemos que hay reuniones en marcha, pero la falta de claridad en las charlas y la inestabilidad de estas empresas nos genera mucha preocupación”, concluyó.