La investigación surge a raíz de la denuncia por presunta comercialización de estupefacientes en la cual apunta al interno Walter López, quien se encuentra cumpliendo una pena de 22 años de prisión en la Unidad de Detención 1, por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, del que resultó víctima Garelli, en concurso real con el delito de homicidio en grado de tentativa perpetrado a César Samuel Pereyra.

El procedimiento surgió en relación a una denuncia llevada a cabo por la propia dirección de la unidad penitenciaria, a partir de la revisión periódica que se realiza en los equipos informáticos que los reclusos poseen para sus estudios.

En razón a esto, desde el servicio penitenciario se constató en una galería de conversación por una red social, la comunicación con una persona del exterior en donde se manifestaba facilitar el ingreso de estupefacientes para su venta dentro de la cárcel mediante intermediación con un cabo que presta servicio en la misma Unidad.

Como resultado de esa requisa, desde la dirección de la penitenciaria se efectuó la denuncia y el fiscal federal Marcelo Rapaport ordenó un procedimiento que fue llevado adelante el pasado viernes por Delitos Complejos.

Tras el allanamiento en la celda se incautó una CPU de escritorio notificándose de derechos y garantías al recluso, mientras que se instruye un sumario interno para el penitenciario supuestamente involucrado, el cual pasaría a disponibilidad siendo apartado de sus funciones.