La muerte de bebés recién nacidos en el Hospital Neonatal es un hecho inédito y estrepitoso que conmocionó a Córdoba y al país. De acuerdo a lo revelado en Mediodía en Mitre, el programa de Mitre Córdoba que dio la primicia, una enfermera del nosocomio provincial está bajo la lupa de los investigadores. Pero esta información aún está en investigación y es una de las líneas en análisis a cargo del fiscal Raúl Garzón, quien ahora concentra en su oficina todos los casos asociados.
Según los datos que pudo recabar PERFIL CÓRDOBA, una imputación o más, ya sea por homicidio doloso o culposo por los bebés recién nacidos, llegaría una vez que estén completos los informes de todas las autopsias y los resultados sean concluyentes. Es decir, que aseguren que las muertes fueron intencionales o bien existió mala praxis. Esta información podría obtenerse la semana próxima por parte del equipo de medicina forense.
Lo que se conoce hasta ahora son los resultados de dos autopsias que se realizaron. De estas se pidieron informes complementarios, con el objetivo de contar con más información. Por ejemplo, el toxicológico, que dará cuenta o no de los niveles de potasio y si fue inyectado de manera externa. Los valores encontrados hasta ahora no son normales. Es decir, son más elevados de lo que habitualmente tiene una persona recién fallecida.
Cronología. El lunes 6 de junio es la fecha clave: se dieron tres episodios. Ese día murieron los dos bebés a quienes se les practicaron las autopsias mencionadas y uno sobrevivió. Fue el punto de quiebre en la investigación con sospechas desde, al menos, marzo.
Tras esta circunstancia todo se precipita porque un médico que tiene que hacer un certificado de defunción se niega a confeccionarlo. En los certificados de defunción anteriores se declara como causa de muerte ‘paro cardiorrespiratorio’, aunque sin explicitar el motivo.
La negativa del profesional pone en marcha la investigación interna y una denuncia en la unidad judicial 18, en la fiscalía de Jorgelina Gutiez, quien solicita las primeras autopsias que señalan el exceso de potasio. Además, se determinó que el tiempo de vida de uno de los bebés fue de 12 horas y el del otro, 16.
También hubo otro denunciante, aparentemente alguien allegado al Neonatal quien, ante la Justicia, aseguró que se produjeron una serie de muertes sospechosas. Ese relato llegó a la fiscalía de Raúl Garzón, quien ordenó los allanamientos y el secuestro de todas las historias clínicas, entre otras medidas de investigación.
El viernes 18 de marzo es la otra jornada central porque ese día se habría producido el primero de los fallecimientos que están bajo sospecha. También se sucedieron otros en abril, mayo y, por supuesto, junio.
13 en investigación. Así, en total, bajo la órbita de Garzón se investigan 13 casos de bebés recién nacidos que sufrieron complicaciones de salud, de los cuales al menos cinco cuentan con altísimas sospechas de ser muertes irregulares, de acuerdo a fuentes judiciales, aunque esa cifra se podría elevar.
Las hipótesis son dos: mala praxis o un hecho intencional. Las posibilidades de que las muertes se hayan dado por un virus intrahospitalario o vacunas vencidas –de acuerdo a los informes periciales que elevaron desde el Ministerio de Salud a Garzón– fueron descartadas.
En este contexto, y de acuerdo a las mismas fuentes, llama la atención que algunos familiares de los fallecidos se negaron a la realización de las autopsias, aunque la fiscalía igualmente las ordenó.
Conocimiento de los hechos. En principio, las autoridades del hospital y del Ministerio de Salud de la Provincia conocían estas circunstancias desde marzo. Las investigaciones internas se precipitaron porque los recién nacidos eran niños sanos de madres también con buena salud. Nada hacía presumir el desenlace trágico de esos bebés.
También, como se conoció, están en análisis los pinchazos en los cuerpos de los bebés. En otros, además, se visualizaron lesiones en diversas partes de sus cuerpos que llamaron la atención porque no se condicen con las circunstancias de los partos.
Equipo especial. La resolución de estos casos será en gran parte científica, entienden desde la fiscalía. Para tal fin, se formó un equipo con peritos forenses, peritos médicos, psicólogos y psiquiatras que ya están trabajando con el fiscal Garzón.
Tienen la tarea de responder cómo murieron esos bebés y por qué razón.
Una fuente interna calificada sostuvo a este medio que lo que buscan es brindar información clara y contención, tanto a los familiares como a la sociedad. En ese marco, necesitan que los entornos de los bebés fallecidos adhieran a la investigación y no se enfrenten. El propósito, dada la magnitud y el horror de los hechos, es conformar un espacio de empatía para esas personas que están buscando una respuesta en la Justicia.
Conmoción interna. En este contexto, es importante resaltar que la investigación administrativa corre en paralelo a la judicial. Además de determinar las circunstancias de las muertes se evaluarán responsabilidades institucionales, desde cuándo lo sabían y por qué lo trabajaron con tanto hermetismo.
La justicia deberá dar esas respuestas a las familias, a los padres de los bebés, a la comunidad y también a los profesionales que trabajan en el Hospital Neonatal y no tuvieron ninguna participación o responsabilidad en los hechos.
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