Las insuficiencias cardíacas pueden explicarse en patologías como una afección coronaria, angina de pecho o el ataque cardíaco, sin dudas la razón más común de esta enfermedad, sin olvidar a la hipertensión como otro factor de riesgo.
“Es una falla cardíaca que hace que el corazón no pueda manejar el caudal de sangre que le llega por el circuito venoso y tampoco pueda manejar el volumen que saca para llevar sangre a todo el volumen del organismo”, explica Juan José Herrera Paz (M.N. 85.175), jefe de Cardiología de Fleni.
La función reducida de la bomba hace que el suministro de oxígeno a órganos importantes como el cerebro, los riñones y los músculos disminuya. Las señales de advertencia para la aparición de insuficiencia cardíaca son el aumento de la fatiga, la pérdida de rendimiento, la hinchazón en las piernas y los tobillos y la tos nocturna.
La Federación Argentina de Cardiología (FAC) indica que es la primera causa de hospitalización en pacientes mayores de 65 años, por delante del cáncer y las enfermedades respiratorias. Su prevalencia estimada en el mundo es del 2,6% en la población adulta.
“Fue considerada como una epidemia del nuevo milenio, porque la población vive cada vez más tiempo y porque se progresó en el tratamiento de las causas principales. Los pacientes evolucionan mejor de su enfermedad primaria como la hipertensión y la enfermedad coronaria. Los pacientes sobreviven y con el tiempo desarrollan insuficiencia cardíaca”, repasa el médico.
A continuación, los 3 pilares para tratar la insuficiencia cardíaca
- El estilo de vida
- La alimentación saludable
- Medicación
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