El proyecto de ley, impulsado por el Poder Ejecutivo, promueve una gestión ecológica de los envases en todo el país para reducir su impacto sobre el medio ambiente y también sobre la población que se dedica a su reciclado.
Uno de los puntos centrales, de la iniciativa que ya obtuvo dictamen en la Cámara de Diputados, es la creación de una tasa ambiental que será abonada por los productores responsables de los envases puestos en el mercado y la generación de un sistema propio de recolección y reutilización.
Con lo recaudado por el pago de esa tasa se creará un fideicomiso, administrado por la banca pública que servirá para fortalecer los sistemas públicos de gestión de envases, promover la inclusión de las y los recicladores, impulsar la valorización de los envases y fomentar el desarrollo del ecodiseño, entre otros objetivos.
• Ya existen modelos similares, tanto en países de nuestra región como Chile, Colombia y Uruguay, como de Europa, Francia, Bélgica y España.
• En Argentina diariamente se producen 50.000 toneladas de residuos. Los municipios invierten entre el 10% y el 40% de sus presupuestos para gestionarlos.
• El 20% de los residuos son desechos sólidos urbanos generados por el consumo de envases, sólo el 9% termina en circuitos de reciclaje.
• Existe una red nacional de 150.000 cartoneros y cartoneras que se dedican a la recolección y reciclaje de los materiales.
• Un gran porcentaje de estos trabajadores realizan su actividad en condiciones precarias e insalubres.
• El proyecto fue escrito en conjunto con el sector de cartoneros y cartoneras, consensuado con las principales empresas del sector y la industria petroquímica. Las casas matrices de las multinacionales ven con buenos ojos esta ley.
¿Cuáles son los objetivos de este proyecto?
• Minimizar el impacto ambiental que los envases tienen a lo largo de todo su ciclo de vida, regulando su introducción en el mercado y la gestión post consumo.
• Reconocer, dignificar y mejorar el trabajo realizado por las y los cartoneros de nuestro país.
• Generar nuevos puestos de trabajo y circuitos productivos en el marco de la economía circular.
• Incentivar a través del eco-diseño la producción de envases y embalajes menos nocivos para el ambiente.
• Crear un Sistema Nacional de Gestión de Envases que coordine las gestiones con los gobiernos locales.
¿Qué establece la ley?
• Desarrolla una política integral para la problemática del envasado que incluye al Estado Nacional, los municipios, los cartoneros y las empresas.
• Prevé mecanismos para articular el entramado productivo e industrial de las empresas, con los sistemas de reciclado desarrollados por los recuperadores.
• Establece las responsabilidades de los actores involucrados en el ciclo de vida de los envases, promoviendo un cambio de paradigma hacia un sistema más responsable.
• Los productores aportarán a una Tasa Ambiental que se destinará a reforzar los Sistemas de gestión.
Responsabilidad Extendida del Productor
• Actualmente, son los ciudadanos y el Estado quienes pagan por la gestión de los residuos, con una ley de envases, se reasignaría una parte de esta carga económica.
• Las empresas productoras asumirán el compromiso de responsabilizarse por la gestión ambiental de los envases que introducen en el mercado. Lo harán a través del pago de una tasa ambiental.
• Lo recaudado será destinado a fortalecer los Sistemas de Reciclado con Inclusión Social, mejorando las condiciones laborales de los recuperadores y recuperadoras.
Economía Circular y Ley de Educación Ambiental
• Esta ley busca incentivar la economía circular para transformar la forma que producimos y consumimos en paradigmas más amigables con el ambiente.
• Al desarrollar sistemas de gestión circulares, los envases podrán ser reutilizados como recursos para reingresar al sistema productivo.
• Desde el ambientalismo popular promueven este modelo alternativo de producción y consumo, junto con la construcción de un nuevo sentido común de cuidado del ambiente a través de la Ley de Educación Ambiental.
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