Al conmemorarse el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, la legisladora Laura Rojo recalcó la importancia de que la sociedad entienda que "es imprescindible lograr la inclusión social de las personas con autismo".

La legisladora por el Partido Patagónico Popular (PPP) Laura Rojo recordó que este 2 de abril se conmemoró el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo. Esta fecha quedó establecida, por unanimidad, el 27 de noviembre de 2007 en la Asamblea General de las Naciones Unidas que la designó mediante la Resolución 62/139. Entre los considerandos se puso de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno.

La parlamentaria reflexionó que "por mucho tiempo se sostuvo que el autismo era un estado en el que quedaban los niños, por la mala vinculación con sus madres. Hoy, nada más lejos de esto cuando se sabe que los padres, muchas veces son los primeros que detectan los síntomas de sus hijos".

Aclaró que este trastorno lo sufre gran parte de la sociedad por lo que remarcó lo "imprescindible de lograr la inclusión social de las personas con autismo, de lo contrario la sociedad misma se encierra en un círculo de egoísmo".

El trastorno

Según explican los especialistas, lo primero que hay que saber es que el autismo no es una enfermedad, sino un trastorno del desarrollo que se manifiesta en la infancia. Lo sufren aproximadamente 1 de cada 150 nacidos. Afecta cuatro veces más a los hombres que a las mujeres.

Se caracteriza por que antes de los tres años, normalmente antes de los 18 meses, se presentan alteraciones o retrasos en al menos una de las siguientes tres áreas: las relaciones sociales, la comunicación y la conducta.

Con frecuencia se habla de espectro autista o trastorno del espectro autista (TEA) precisamente para dar cabida a sus muchas y variadas manifestaciones, que hacen que cada persona afectada tenga sus propias y muy diferenciadas características.

Técnicos de todo el mundo explican que autismo y retraso mental no están necesariamente unidos, de hecho hay personas con autismo excepcionalmente inteligentes.

Si bien el autirmo no se cura, porque no se contrae ya que no es una enfermedad, es un trastorno grave que afecta de por vida. Pero aunque no se cure, sí que es tratable.