El jefe de asesores del Presidente, Antonio Aracre, reveló que Alberto Fernández tiene como objetivo central que el oficialismo se imponga en las elecciones y aclaró que antepondría esa prioridad, incluso, por sobre su propia candidatura a la reelección. "Conociendo al Presidente, estoy seguro que va a anteponer el bien del Frente de Todos, incluso, por encima de su propia candidatura. Para él, lo más importante es que gane el Frente", expresó en diálogo con el canal Todo Noticias.

La contienda por la elección del candidato camino a las elecciones del corriente año empieza a tomar forma y, con la sucesión de nombres que resuenan, algunos de ellos ya confirman sus intenciones. El jefe de Estado figura entre los primeros en admitir sus intentos de permanecer un nuevo período más al frente de la gestión.

En ese marco, Aracre detalló la convergencia de miradas al interior de la coalición de Gobierno y planteó que las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) posibilitarán la elección de un nombre que represente a las fuerzas que componen al frente electoral.

"El Presidente lo expresó en algunas oportunidades de que es consciente de las distintas miradas sobre las diversas situaciones de la política y la economía dentro del Frente de Todos. También pasa en la oposición", indicó el funcionario, y agregó: "La estrategia que propone el Presidente es ampliar el debate y utilizar las PASO como una estrategia para que se esclarezca lo que piensa cada uno y el votante termine decidiendo qué opción le parece más atractiva para que predomine dentro del peronismo".

Asimismo, Aracre explicó también que el mandatario colaborará para que, en caso de no ser el más calificado para competir nuevamente a la presidencia, el nombre elegido "tenga la mayor cantidad de votos posibles" para asegurar la continuidad del oficialismo al frente de la gestión. Además, afirmó que las PASO posibilitarán "un debate donde se explicite las ideas y diferencias y que los votantes decidan cuáles son las que quieren apoyar".

Por último, aclaró sus dichos sobre una potencial reforma laboral. Si bien negó la necesidad de impulsarla, indicó que hace falta "buscar una solución para los muchos millones de argentinos que no tienen un trabajo formal y, como consecuencia, no tienen jubilación ni obra social".

"Cómo hacer eso para que no afecte los derechos adquiridos por muchos millones de trabajadores, es algo complejo y hay que buscarle la vuelta. Pero, indudablemente, la Argentina se debe una salida a estos temas", concluyó el jefe de asesores que insistió con la idea de un monotributo productivo.