Más de 100 efectivos de Gendarmería Nacional, con apoyo de la Policía Federal, comenzaron este martes a la mañana los nuevos rastrillajes en San Luis, ordenados por la justicia federal, en descampados y zonas cercanas a la casa de Guadalupe Belén Lucero Cialone, la niña de 5 años que fue vista por última vez el 14 junio del 2021 en el barrio 544 viviendas de la capital provincial.
Del operativo del martes participaron más de 100 efectivos de Gendarmería Nacional, con apoyo de la Policía Federal, informaron fuentes del caso.
Guadalupe Belén Lucero desapareció cuando tenía 5 años, el 14 de junio de 2021, de la puerta de la casa de una tía, que vive en el barrio 544 viviendas, al sur de la capital provincial.
Los nuevos rastrillajes fueron ordenados por la Justicia federal, que se encuentra a cargo de la causa desde diciembre del 2021, luego de que la Justicia provincial declinara de continuar investigando y ante la presunción que se podría estar ante delitos de órbita federal.
La tarea se realizó en forma minuciosa, en descampados y zonas cercanas al domicilio del cual desapareció la nena, con técnicas diferentes a las utilizadas por la policía provincial en los meses en que la investigación estuvo a cargo de la Justicia puntana, que fue blanco de críticas de profesionales en el tema, por lo que se consideró un lento accionar desde el mismo momento en que sucedió el delito.
El fiscal federal de San Luis, Cristian Rachid, dijo que los operativos pueden extenderse hasta el jueves o viernes, de acuerdo con los resultados que se vayan obteniendo.
Rachid añadió que se busca descartar la hipótesis de un accidente en la vía pública cerca de la casa donde desapareció y explicó que se buscan "evidencias físicas, restos o rastros”.
Al respecto, agregó que se rastrearon lineal y visualmente 128 cuadrículas en el descampado de la llamada zona cero, primero los canes de la Policía Federal y luego el paso de los gendarmes caminando hombro con hombro, de acuerdo a las recomendaciones de los expertos forenses.
Este miércoles, a primera hora, se habría reunido el Comité a cargo de la investigación en la base de operaciones ubicada en el Comedor Universitario local, para determinar las acciones a seguir, adelantó.
En tanto, declinó responder si el martes entrevistó a tres niños que jugaban con Guadalupe el día que desapareció y a una mujer mayor de edad.
El fiscal reconoció que aún se está trabajando con el entrecruzamiento de mensajes y llamadas de numerosos celulares secuestrados.
La madre de Guadalupe, Yamila Cialone, en un breve contacto con esta agencia aclaró que no está de acuerdo con este operativo y que por eso no participó, y enfatizó que “estoy buscando a mi hija viva y no encontrarla en un rastrillaje”.
El padre de la nena desaparecida, Eric Lucero, dijo también: “tengo la percepción que Guadalupe está viva en algún lado”.
El abogado de Lucero, Héctor Zavala, quien acompañó a su defendido en este procedimiento, sostuvo que la investigación dio un giro positivo cuando pasó a la órbita de la Justicia federal y se notaron muchos cambios desde diciembre.
Reconoció que “el rastrillaje realizado hoy tiene como punto de partida el cambio de declaración en cámara Gesell de una de las menores que estaban jugando con Guadalupe, barajándose la posibilidad que pueda haberse caído en un pozo en el descampado frente a la casa dónde estaba”.
La nena que cambió su declaración padece de un retraso madurativo y sus dichos deben ser analizadas minuciosamente, indicó el letrado.
Del operativo y las entrevistas que se disponen participaron profesionales de la Dirección de Psicología del Cuerpo Médico Forense y del Programa Nacional de Asistencia a las Personas con Discapacidad del Ministerio de Justicia de la Nación.
En la causa trabajan cuatro fiscales designados el año pasado por el procurador Eduardo Casal: el federal de San Luis Cristian Rachid; Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano, titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), y Leonel Gómez Barbella, a cargo de las fiscalías nacionales en lo Criminal y Correccional Nº 8 y Nº 3.
La policía provincial participó con cientos de efectivos, pero únicamente para asegurar los lugares de búsqueda y efectuar cortes de calles.
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