El proyecto aprobado en Diputados plantea que, a partir del 1° de abril de 2026, los relojes se atrasarían una hora, volviendo en septiembre al huso horario actual. José Luis Hormaechea, exjefe de la Estación Astronómica de Río Grande, detalló a FM Fuego los alcances y posibles impactos del cambio.
“Primero describo lo que es el mediodía verdadero: es el momento en que el sol está más alto sobre el horizonte. Los países ajustan su huso horario para que esto ocurra cerca de las 12 horas de nuestro reloj. En la década del ’60, Argentina pasó del huso -4 al -3, desplazando los mediodías verdaderos hacia más tarde. En Río Grande, actualmente el mediodía verdadero ocurre entre la 13:20 y la 13:40, dependiendo de la época del año”, explicó Hormaechea.
El especialista añadió que retrasar el reloj hacia un huso más occidental acercaría el mediodía verdadero a lo que sería naturalmente, pero no impactaría positivamente en el ahorro energético. “Este cambio para Tierra del Fuego no va a generar un ahorro de energía sino todo lo contrario”, advirtió.
Hormaechea también puntualizó que Argentina, por su extensión geográfica, tiene distintos usos horarios, “La enorme mayoría del territorio nacional cae en el huso -4, mientras que partes muy pequeñas, como algunas zonas del sur y Mendoza, caen en otros husos. En Tierra del Fuego, especialmente en verano, la luz siempre alcanza, así que no importa en qué huso estemos; no habría beneficio real en ahorro energético”.
Sobre la actividad comercial, el especialista sostuvo, “En Tierra del Fuego, los comercios funcionan principalmente entre las 10 y las 19 horas. Si cambiamos al huso -4, tendremos luz natural más temprano por la mañana, pero oscurecerá antes por la tarde. Por eso, el ahorro energético solo sería posible si se modificaran los hábitos, algo que no se puede imponer por ley”.
Hormaechea destacó además que la actividad industrial es prácticamente independiente del huso horario, ya que las fábricas dependen de iluminación estándar y maquinaria. Por eso, adelantó que el impacto real se limitaría a la actividad comercial y, en menor medida, a los hogares.
Consultado sobre la conveniencia de adherir al cambio, el exjefe de la Estación Astronómica opinó, “Adherir sería lógico desde el punto de vista de coordinación con el resto del país, especialmente en bancos y comercio. Pero insisto, el ahorro de energía no será real. Incluso los operadores de centros invernales podrían oponerse, como sucedió en 2001 y 2008”.
Finalmente, resumió, “Naturalmente es mejor que el mediodía se acerque a las 12 horas y no quede a la 13.30. Para Tierra del Fuego, adelantar o atrasar el reloj no trae beneficio real, y el único impacto sería en la organización de actividades comerciales y bancarias”.
Comentarios