La reconstrucción del crimen de Lucas González durante un ataque a balazos cometido por policías de la Ciudad contra él y sus amigos en el barrio porteño de Barracas se suspendió, a pocos minutos de comenzar, a raíz de un planteo de la defensa de los tres efectivos acusados de homicidio agravado, que fue aceptado por el juez de la causa, Martín del Viso.
El abogado de las familias de las víctimas, Gregorio Dalbón, explicó que la defensa pidió que la diligencia no se lleve adelante si no estaban presentes los tres efectivos a quienes se les imputa el asesinato de Lucas, tal como dispuso el fiscal del caso, Leonel Gómez Barbela.
A los efectos de evitar futuras nulidades, el magistrado optó por suspender la reconstrucción hasta tanto resuelva el planteo de la defensa de los policías Juan José Nieva, Fabián Andrés López y Gabriel Alejandro Issasi, a cargo del abogado Alfredo Olivan.
Es que, para para proteger a los tres amigos de Lucas y a los padres del adolescente asesinado, el fiscal planteó que no participen esos efectivos de la diligencia, sino que solo lo hicieran los otros seis policías detenidos pero por el encubrimiento, quienes sí iban a estar presentes este miércoles, dijeron fuentes judiciales.
"Los policías asesinos dicen que querían estar, lo podrían haber dicho hace tres días. Es una chicana que revictimiza a los chicos", dijo Dalbón, quien consideró "bastante insolente" el planteo defensista el mismo día de la reconstrucción.
"Hay abogados chicaneros y también jueces timoratos, para manejar esta causa hay que tener los huevos bien puestos y evidentemente alguien no los tiene, entonces se suspendió", agregó.
Finalmente el abogado dijo que espera que el juez Del Viso disponga para mas tardar el lunes o martes próximo la reconstrucción.
"Lo que vamos a hacer es que vengan los asesinos, los abogados de los asesinos y que se revictimice de vuelta a los chicos. Vamos a hacer todo lo que sea necesario para terminar esta media y que los que quedaron vivos terminen esta etapa y puedan seguir viviendo", concluyó.
Por su parte, el padre de Lucas, Mario González, expresó entre lágrimas: "Esos chicos necesitan volver a vivir su vida, empezar su vida nuevamente, volver a entrar al sistema, a la sociedad y todo esto también los daña mucho a ellos y bueno, a nosotros estar en el lugar donde estuvo mi hijo es algo inexplicable y una sensación de vacío tremendo".
En tanto, el abogado Roberto Castillo, defensor de la oficial Lorena Miño, una de las seis policías de la Ciudad acusadas del encubrimiento del crimen, consideró que "la fiscalía debería haber involucrado a todas las partes y es una cuestión que se les pasó en esta acusación precipitada”.
La reconstrucción
La reconstrucción de la persecución y ataque policial del que fueron víctimas los cuatro adolescentes el 17 de noviembre último y que terminó con el crimen de Lucas se inició cerca de las 10 con el primer tramo del recorrido que realzaron los chicos cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y comenzaron a ser seguidos por una brigada sin identificar de la Policía de la Ciudad.
Ante la presencia del fiscal, las familias de las víctimas, su abogado y efectivos de distintas dependencias de la Policía Federal asignados a las pericias e investigación de campo, un auto Volkswagen Suran gris -el de las víctimas era azul- partió del cruce de las calles Luna e Iriarte, donde los adolescentes ese día pararon a comprar un jugo.
Luego, el auto avanzó por Iriarte, momento que se sumó a la diligencia un Nissan Tiida igual al empleado por los policías de la Brigada, también sin patente.
Desde allí siguieron por Iriarte rumbo a Vélez Sarsfield, donde estaba previsto reconstruir el momento en el que los policías interceptaban el auto de los jóvenes, éstos aceleraban y finalmente eran detenidos, con Lucas ya baleado en el interior del rodado.
No obstante, ese tramo quedó en suspenso por la resolución judicial.
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