Un joven de 18 años asesinó este martes a tiros a 21 personas en una escuela primaria de Texas y luego fue abatido, en una nueva matanza en un establecimiento educativo que sacude a Estados Unidos, un país donde el acceso a las armas es libre.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, informó en conferencia de prensa que en el tiroteo en la escuela primaria de Uvalde, en el centro de Texas, fallecieron 14 estudiantes y una profesora, a la vez que confirmó que el atacante, identificado como Salvador Ramos, también murió.
Más tarde, sin embargo, el senador tejano por Uvalde Roland Gutiérrez elevó la cantidad de víctimas fatales a 21 (18 estudiantes y tres adultos.
Abbott precisó que Ramos llegó a la escuela con una pistola y aparentemente con un rifle y que “disparó y mató de manera horrible e incomprensible” a más de una docena de niños y un profesor.
El ataque en el centro educativo Robb de la pequeña ciudad de Uvalde, ubicada a 140 kilómetros al oeste de San Antonio, se produjo esta mañana.
Inmediatamente después de la matanza, el Distrito Escolar -el órgano que rige los centros educativos- emitió una alerta a todas las escuelas de la región para elevar al máximo los protocolos de seguridad.
Los encargados habían pedido a los padres de familia que no se acercaran a la zona hasta que la policía pudiera controlar la situación.
Dos hospitales de la ciudad de Uvalde, de 16.000 habitantes, recibieron a los heridos.
El Uvalde Memorial Hospital dijo en Facebook que estaba atendiendo a “varios estudiantes” en su sala de emergencias, pero no proporcionó información sobre la gravedad de sus lesiones.
Por su parte, el hospital University Health dijo que estaba tratando a un niño y un paciente adulto de Robb Elementary.
Una mujer de 66 años también se encontraba en “estado crítico”, anunció otro hospital, el University Health, ubicado en la cercana ciudad de San Antonio, Texas, que dijo haber recibido “dos pacientes”, un adulto y un niño.
Hasta este martes por la noche, las autoridades de Uvalde no habían especificado las edades ni las identidades de los fallecidos.
"Tenía la esperanza, cuando me convertí en presidente, de no tener que hacer esto de nuevo", afirmó el presidente Joe Biden este martes por la noche, en un mensaje al país con motivo de lo que calificó como "otra masacre".
El mandatario lamentó "cuántas veintenas de niños pequeños que son testigos de lo que pasó, vieron morir a sus amigos como si estuvieran en un campo de batalla", y subrayó que tenía una sensación "sofocante" porque "perder un hijo es como te arranquen un pedazo del alma".
"Como nación tenemos que preguntarnos cuándo, en el nombre de Dios, vamos a hacer frente al grupo de presión de las armas, cuándo, en el nombre de Dios, haremos lo que todos sabemos en nuestras entrañas que debe hacerse" para evitar la proliferación del uso individual de armas, agregó Biden.
Poco antes, la Casa Blanca dijo en Twitter que el presidente "acaba de hablar con el gobernador de Texas para ofrecerle la ayuda que necesite después del horrible tiroteo en Uvalde".
"Ya basta, nuestros corazones siguen rompiéndose, tenemos que tener el coraje de actuar" a favor del control de armas, afirmó por su parte la vicepresidenta Kamala Harris, según la agencia de noticias AFP.
La Casa Blanca ordenó que las banderas ondearan a media asta por las víctimas.
La matanza coincidió con la publicación de un informe que revela que los tiroteos se multiplicaron en Estados Unidos durante 2021.
Un conteo del FBI, la agencia federal de investigaciones, indicó que el año pasado se registraron 61 episodios de este tipo, frente a 40 que se registraron en 2020.
Los tiroteos dejaron el año pasado 103 personas fallecidas y otro centenar más de heridos. Estas cifras no contemplan a los perpetradores. Uno de cada cinco situaciones en las que hay un tirador activo deriva en un tiroteo masivo en el que al menos tres personas pierden la vida.
Biden se encontraba viajando de regreso a Washington, tras finalizar su viaje por Asia, cuando su secretaria de Prensa, Karine Jean-Pierre, confirmó en su cuenta de Twitter que el mandatario había sido informado.
“El presidente Biden ha sido informado sobre las terribles noticias del tiroteo en la escuela primaria de Texas y seguirá recibiendo información regularmente a medida que la información esté disponible”, dijo la vocera.
Aseguró también que “sus oraciones están con las familias afectadas por este terrible evento” y confirmó que “hablará esta noche cuando regrese a la Casa Blanca”.
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