El accidente activó un operativo de emergencia coordinado entre autoridades chilenas y fuerzas de seguridad argentinas. Desde Río Grande, personal de bomberos y una ambulancia argentina apostada en San Sebastián colaboraron en el traslado de los heridos, estableciendo un cordón sanitario hasta el Hospital Regional de Río Grande.
El conductor del Hyundai, Roberto Lovin Valenzuela, residente de Río Grande a pesar de que su vehículo tenía patente chilena, fue quien resultó más afectado y fue trasladado de emergencia al hospital.
También fueron derivados al nosocomio los ocupantes de la Chevrolet Tracker, Carolina Atencio, Jorge Díaz y su hijo menor, todos residentes de Ushuaia. La familia regresaba de San Julián y, aunque no presentaron heridas de consideración fueron llevados al hospital por precaución.
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